La calma antes de la tormenta

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Konoha

La Aldea entera se encontraba en la torre Hokage rindiendo sus respetos a todos aquellos que perdieron la vida durante la invasión hace dos días, las vidas tanto shinobi como civiles que se perdieron al momento de la invasión, pudieron no haber sido muchas gracias a la respuesta rápida de todos los ninjas de Konoha, pero eso no disminuía la tristeza para nadie, pues la muerte de aquellos que no se pudieron salvar aun calaba hondo en los corazones de los sus seres queridos como de aquellos ninjas que dieron todo de si para salvar a cuantos pudieron, el funeral fue con consumo respeto, con un discurso del Cuarto Hokage por todos aquellos quienes se fueron, la situación era triste para todos, inclusive para el mismísimo cielo, pues era un día nublado y lluvioso, pues hasta el lloraba por las pérdidas.

La destrucción de uno de los muros de Konoha, era algo que también se estaba tomando mucho en cuenta, pues quedaban expuestos a un futuro ataque de las Aldeas que quisieran tomar ventaja de la situación, pero la situación que ponía más nerviosos a todos, era la actual condición médica de Hiruzen Sarutobi, pues después de que de la victoria de Naruke contra los dos Hokages resucitados, este cayo inconsciente y llevado rápidamente al hospital, donde se le diagnosticó una grave intoxicación debido a un poderoso veneno, que de alguna manera se filtró desde se pecho hasta todo su cuerpo, pero el cuerpo médico no encontraba una explicación pues no presentaba ninguna herida en su cuerpo, fue hasta que los Son, preocupados por su abuelo contaron lo ocurrido, fue que se supo que el veneno provino de la espada Kusanagi del Sannin traidor que estaba bañada en un poderoso veneno, pero aun con esa información, ningún médico era lo suficientemente bueno como para poder curarlo de los problemas que ya presentaba.

Hospital

Naruto, Sasuke, Konohamaru y Haku se encontraban en la habitación de Hiruzen, el cual se encontraba durmiendo en la cama, pero aun dormido, se veía que no estaba bien, sudaba mucho, el color en su piel se había ido pues estaba demasiado pálido, respiraba con pesadez y tenía ojeras, los cuatro se encontraban bastante tristes por el estado del viejo, pero ninguno mas que Konohamaru, ya que tenia mucho miedo de perder a su abuelito, el rubio que vestía con su camisa roja estilo chino sin mangas, una cinta blanca amarrada a la cintura por encima de su camisa, llevaba pantalones azul oscuro, zapatos negros y unas muñequeras negras, sujetaba por lo hombros al pequeño niño que intentaba contener el llanto de ver a su abuelito en ese estado, Haku que llevaba puesto su uniforme medico solo sostenía la mano de su novio que vestía con una camisa estilo chino de color blanco con mangas largas y pantalones negros, pues lo notaba demasiado tenso y no era para menos, pues ver en ese estado a su figura de abuelo no debía ser nada fácil.

- Naruto-niichan ¿El viejito se pondrá mejor? – pregunto Konohamaru con un nudo en la garganta.

- Claro que sí, el viejo es muy fuerte como para dejarse vencer por un tonto veneno – respondió Naruto intentando consolar al pequeño.

- ¿Lo dices enserio? – volvió a preguntar Konohamaru con esperanza en su voz y viendo a su rival a los ojos.

- Claro que si pequeño, todo el cuerpo médico está haciendo todo lo posible por encontrar una cura y eso me incluye a mí, te aseguro que no tardaremos en encontrarla – respondió Haku por el rubio, viendo al pequeño con una sonrisa tranquilizadora.

- Esta bien, muchas gracias por cuidar tanto de mi abuelito – dijo Konohamaru con un sonrojo ya que la pelinegra le parecía muy bonita.

Los cuatro estuvieron un tiempo más cuidando al viejo Sarutobi, pero la pelinegra les pidió que se fueran, ya que no era bueno para el pequeño niño ver al viejo en ese estado, los Son tuvieron que aceptar ante lo dicho, pues si algo malo pasaba no sería bueno que él lo viera, una vez afuera del hospital, Asuma paso por Konohamaru para llevárselo a su casa, los Son se despidieron del pequeño con un fuerte abrazo y una promesa de que incluso ellos buscarían una curara para el viejo, Konohamaru les regalo una sonrisa alegre y se fue con su tío, los Son estaban por retirarse también a su departamento, pero son detenidos por la matriarca Uchiha, que tenía unas flores en sus manos.

El legado del KiWhere stories live. Discover now