El poder del guerrero invencible ¡Su nombre es Naruke!

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Especial 5k lecturas y casi 300 votos (faltan 10) espero que les guste mucho este capitulo en verdad me esforcé mucho en crearlo, también les pido que si les gusta, voten y no solo con este sino con los demás capítulos, que en verdad me motiva, tampoco se olviden de compartir la historia para que más personas conozcan la historia, sin mas que decir, disfruten del capítulo. =D

Cada ninja de Konoha que logro evitar caer en el Genjutsu se encontraba en alerta máxima, pues no solo el público, sino sus Hokages fueron atacados y para empeorar la situación, camuflajeados entre las personas del público, comenzaron a salir ninjas del Oto y Suna, los cuales comenzaron a atacar a cada ninja que aún seguía de pie, los cuales luchaban con fuerza e intentaban proteger a los civiles.

- ¿Qué está ocurriendo? – pregunto Sakura muy asustada mirando a su alrededor, ya que solo veía a ninjas peleando entre sí.

- No tengo idea, pero esto no puede ser nada bueno – respondió Karin igual de asustada que la pelirrosa.

Ambas chicas lograron evitar el Genjutsu, una debido a que logro darse cuenta a tiempo y la otra debido a que no puede ser engañada por Genjutsus debido a su alta condición como censora, las dos estaban a punto de despertar a Ino y Choji, pero varios ninjas del Sonido se los impidieron pues saltaron sobre ellas con la intención de matarlas, cerrando los ojos con fuerza, las dos chicas esperaron un horrible final que nunca llego.

Mikoto, Haku, Kushina, Kakashi, Anko y Guy, saltaron al ataque contra los ninjas que atacaban a las chicas, Haku logro poner en muerte suspendida a varios con sus senbon, Mikoto mato a dos de los atacantes con un par de Kunais que tenía en sus manos, Kushina atravesó a varios con sus cadenas de adamantina, Anko inmovilizo a varios con sus serpientes para después romperles el cuello, Kakashi y Guy acabaron con los restantes al dejarlos fuera de combate solo con sus puños.

- Sakura, por favor no te muevas de tu lugar mientras nos encargamos de estos payasos – pidió Kakashi mirando a su estudiante con una sonrisa de ojo.

- Lo mismo va para ti Karin, esto es muy peligroso para ustedes – agrego Kushina de forma seria mirando atenta al ataque de más enemigos.

Los adultos y Haku, rápidamente se colocaron en un círculo rodeando a las chicas para protegerlas, las cuales asintieron a las órdenes del peliplata y de la pelirroja, sintiéndose un poco más tranquilas, luego vieron como más ninjas de Konoha salían al ataque contra los ninjas de Oto y Suna, los cuales peleaban con fuerza, acabando con sus enemigos casi sin mucha dificultad.

- Jeje odio tener que dejarles toda la diversión a ustedes chicos, pero me tengo que retirar – comento Anko con una pequeña sonrisa y lanzando un Kunai a su derecha el cual le travesó el cráneo a un ninja de Oto.

- No te preocupes Anko, tu labor es aún más importante que solo matar a unos cuantos enemigos – comento Mikoto de forma tranquila pero seria.

- Mikoto tiene razón, ahora no es momento de pedir disculpas – comento Kushina en el mismo estado que la pelinegra.

- Muy bien, entonces me retiro, acaben con al menos una docena de mi parte – dijo Anko con una sonrisa.

- Tenlo por seguro Anko – contesto Guy con una sonrisa brillante, viendo desaparecer a su amiga en una bocanada de humo.

Anko apareció a las afueras del estadio, corriendo a toda velocidad para poner en marcha la evacuación de todos los civiles, mientras las fuerzas que rodean a la Aldea detienen y aniquilan las fuerzas de avanzada del enemigo, su primer objetivo era la academia ninja, para poner a salvo a los niños, pero entre más corría, más veía la destrucción que estaba causado los ninjas invasores, pero lo que nunca se imaginó ver fue a una enorme serpiente de tres cabezas destruyendo la muralla de la Aldea, frunció el ceño ante eso, pues solo había un invocador aparte de ella que podía hacer eso y aunque quisiera regresar al estadio y matar al Sannin con sus propias manos, había vidas en peligro que dependían solo de ella, por lo cual se concentró en su labor y apresuro el paso.

El legado del KiWhere stories live. Discover now