LA MUDANZA

Capítulo 29

—Hola— le dije a Kendall que estaba sentado en una banca de la cancha con la mirada en el suelo.

—Hola—me dijo desanimado.

—¿Puedo sentarme?

—Haz lo que quieras Allison, eres buena para hacer eso.

—Sé que estás enojado, pero tampoco es para que me trates así ¿No crees?

—Ya te dije que no me importa lo que hagas o digas.

Me trague mi orgullo y me senté a su lado, sabía que debía disculparme, pero al mismo tiempo él tenía la culpa porque jamás había sido claro con lo que sentía y técnicamente yo era libre de hacer lo que quisiera y no había hecho nada malo.

—¿Por lo menos puedes mirarme?

—No.

Y luego dicen que las mujeres somos las complicadas

—Yo... la verdad no sé qué decir, ¿Sabes? Todos esperan tanto de mí, en el colegio por ser buena estudiante todos están pendientes de qué carrera voy a escoger, qué trabajo voy a tener, en mi familia piensan que soy la chica ejemplar, las personas siempre esperan que sea una chica perfecta cuando creo que la perfección no existe, por ejemplo mamá..

—Allison no sigas.

—Dejame terminar Kendall, mamá decía que era un fracaso, siempre llenando de expectativas a los demás que luego yo misma me encargaba de derrumbar, decía que era orgullosa y prepotente y que por eso me iba a quedar sola y tiene razón porque justo en este momento no sé si estoy enamorada de mi mejor amigo y si es así, pues creo que acabo de arruinarlo todo como siempre.

—Espero que hasta el momento yo sea tú único mejor amigo y no estés hablando del idiota con cara de nena— me dio una pequeña sonrisa de boca cerrada y no pude evitar que mis ojos se pusieran llorosos y le correspondiera la sonrisa.

—Cada vez que consigo lograr algo siento que doy 10 pasos más para atrás y tapo ese pequeño logro que conseguí, no quiero decepcionar a los demás Kendall, pero creo que es para lo único que soy buena últimamente, a pesar de que la muerte de mamá me afecto mucho a mí sé que papá también está sufriendo y.. yo... yo simplemente lo abandoné— dije llorando— yo también morí con mamá ese día, a pesar de que he tratado de rehacer mi vida no puedo.

Kendall entrelazó su mano con la mía y solo dejó que llorara, sé que a veces soy una llorona y muchos pensaran que eso me convierte en una chica débil incapaz de afrontar las cosas, pero para mí ese es el único medio para sentirme viva, para liberar todo ese peso que tengo, después de un buen rato de estar llorando Kendall me abrazó y yo solo le devolví el abrazo con más fuerza.

—Sé que es difícil, la muerte de alguien a quién queremos no es algo que se supera de un día para otro linda, respecto a que eres un fracaso eso no es verdad, eres inteligente y amable, no dejes que otros te cambien, no trates de hacer hasta lo imposible por lograr lo que otros desean o esperan de ti porque entonces tú serás infeliz, estoy seguro de que aún estás a tiempo de arreglar la relación con tu padre All, él te ama y no importa si no tienes claro que sientes por mí.

—¿Por qué no me dijiste que te gustaba?

—¿Acaso te he dicho que me gustas?— me dijo con una sonrisa burlona mientras levantaba una ceja.

—No, pero eres demasiado obvio.

Eso es Allison, arrinconalo y que no tenga escapatoria

—La verdad es que tenía miedo, no te hablé durante todo este tiempo porque sentía que cada vez te estaba perdiendo más y sentí pánico por eso, sabía que tenía que hacer algo, así que decidí venir aquí, sabía que me necesitabas y tal vez, solo tal vez me iba a aprovechar un poquito de eso para acercarme  más a ti, además de que no te podía dejar con el chico gay con el que andabas.