Aquí tienes tu puerta

141 15 3
                                    

Narra Namjoon

- Madre. - grité con todas mis fuerzas.

- Estoy lejos de ser tu madre. - pronunció aquella mujer mientras que aparecía ante mí.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté mientras que la miraba.

- Eres un poco lento sabes. - pronunció tras agarrar mi mano. En ese momento vi que mis manos no estaban machadas de sangre.

- ¿Cómo hiciste para lograrlo tan rápidamente? - estaba sorprendida ante aquella mujer que tenía delante de mí.

- ¿Tú que crees? No tengo ningún remordimiento, pagué por todo lo que hice.

- ¿Entonces porque no querías venir?

- No estoy segura de lo que hay allá arriba o más bien si me aceptarán. Es la incertidumbre la que no me deja avanzar.

- Ahora no estás sola. - pronuncié tras agarrar con más fuerza su mano y caminar por aquel lugar.

- ¿Ahora te haces el fuerte? - preguntó entre risas. - Te recuerdo que si no fuera por mí , aún estarías introducido en ese pasado.

- Supongo que tendré que darte las gracias. - solté su mano y la levanté hacia su rostro. 

- No intentes nada de lo que te arrepientas, creo que amas a la guerrera. ¿Acaso no haces todo esto por ella?

- Lo hago, pero ella tiene a alguien.

- Así que eres el segundo en discordia.

- Era el primero hasta que la dejé por mi egoísmo. Mi hermano es mucho mejor para ella, que para mí.

- Alguien que piensa así, ¿Cómo podría ser malo para alguien? - preguntó tras volver a caminar y dejarme atrás.

- ¿Por qué parece que te afecta todo esto?

- Esa chica es una idiota o una estúpida.

- Mi hermano no es malo tampoco y posiblemente se sacrificará más por ella que por mí. Después de todo se entregó al enemigo por ella y por mí.

- Vaya, si que lo tienes duro. Tu hermano es todo un partidazo. - sin duda podía notar como en sus palabras había algo de ironía.

- Si le vieras no pensarías eso. También es atractivo.

- Estoy empezando a pensar que deseas que me fije en tu hermano. No es por nada, pero si quieres recuperar a esa chica, échale agallas y no pongas a tu hermano de por medio.-  me miró ligeramente como si intentará sermonearme y después caminó hacia el final de un pasadizo. Comenzó a moverse por ese lugar y sus manos comenzaron a tocar aquellas paredes, dio un paso hacia atrás.

- ¿Qué has hecho? - pregunté tras alcanzarle.

- Buala. Aquí tienes tu pasadizo al cielo. - sonrió por lo que rápidamente agarré su mano y después atravesé la puerta con ella.

Sin pensarlo había llegado a aquel lugar, de hecho parecía demasiado corriente para ser el cielo o tal vez no estábamos allí. 

- No te quedes como un pasmarote. Vamos, ellos nos están esperando.

- ¿Ellos? ¿Quiénes? - pregunté al instante.

La verdadera identidad del infierno (2 parte de enamorada del Diablo)Where stories live. Discover now