Vine a buscarte

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Narra Tn

Tiré abajo aquella puerta y después entré rápidamente. Mi pecho se sentía dolorido, cada paso que daba hacia el interior, algo me apretaba mi corazón.  No obstante, se desplomó cuando vi al hombre de mi visiones encadenado. 

- Hey, mírame.- me acerqué a él y agarré su rostro. 

Estaba demacrado, la piel pálida, se había convertido en grisácea como si fuera un cadáver. Su pelo era negro, pero podía ver que tenía polvo en el mismo.

Eso me hacía preguntarme ¿Cuánto tiempo había estado allí?. Su cuerpo escuálido y apagado, estaba al borde de la muerte o más bien al borde del regreso al cielo. Tal vez no debía salvarlo, tal vez debía de dejar que terminará su pesadilla.

- Nora.- pronunció débilmente. Trataba de abrir los ojos y mirarme, pero estaba demasiado tarde.

- No hables, estás demasiado débil.- intenté de tranquilizarle. No obstante, parecía no funcionar.

- Nora, ¿Volviste a mí?- preguntó vagamente.- Nora.

- Debes seguir en este mundo.- añadí al ver que estaba desesperado por encontrar a esa mujer.

Había una menara de volverlo fuerte y aunque la idea no me agradaba demasiado, era la única forma que tenía de llenarlo de vitalidad, de darle vida. 

Me aproximé a él y lo besé, sentí como algunas de las almas que residían en mi cuerpo salían de mí para introducirse en él.

Mi fuerza disminuyó ligeramente, mientras que su cuerpo comenzó a cambiar. Ese color grisáceo se volvió uno lleno de vida, su cuerpo volvió a su forma normal.

- ¿Qué haces?.- expresó Suga tras tirar de mí y separarme de él.

- Necesitaba almas.- contesté tras levantarme y visualizarlo bien.

Un hombre hermoso estaba ante nosotros, pero para mi sorpresa era más joven de lo que me imaginaba.

- ¿Y tenías que ser tú la que se las dé?- preguntó bordemente.

- ¿Acaso ibas a ser tú?- pregunté tras mirarme.

- Pues podría haberlo hecho.

- Bien, ¿Por qué no le das más almas?- pregunté mientras que lo miraba.

Por un segundo en mi cabeza imaginé aquella escena, de solo pensarlo me puse colorada, desde luego esas fantasías no se quedaron en un simple beso.

- ¿Lo estás imaginando?- preguntó tras mirarme.

- Es no es el asunto ahora, el asunto ahora es sacarlo de aquí.- me acerqué a esas cadenas cuando reaccionó.

- Tn.- pronunció Suga tras agarrarme y separarme de él.

- Nora.- volvió a pronunciar, pero esa vez me miraba fijamente. Esos ojos marrones me analizaban de arriba a abajo.

- No soy Nora.- pronuncié tras dar un paso hacia él.- Aunque sí que necesito tú ayuda.

- Eres un demonio, pude sentir como me diste tus almas.

- Así es.

- ¿Y por qué un demonio necesitaría mi ayuda?- preguntó mientras que miraba la espada asombrado.- ¿De dónde la has sacado?

- Es de mi madre y respecto a mí, no siempre fui un demonio.

- Eres como yo. Un ángel caído.

- Prefería hablar de esto en otro lado.- contesté, lo único que quería hacer en ese momento era salir de allí y aunque fuera raro de decir, quería regresar al infierno.

- Está bien.- hizo fuerza con sus brazos, provocando que aquellas cadenas se desclavaran de la pared.

Después se las quitó de las muñecas fácilmente. Con solo ver aquello, podía saber que era posiblemente el demonio más fuerte que había.

- Vamonos.- añadió Suga tras agarrarme la mano y tirar de mí hacia fuera.

- Me llamo Jungkook.- pronunció tras agarrar mi otro brazo. Ante aquello no pude evitar mirarlo, ahora sabía cual era el nombre del rey del infierno, pero sobre todo como se llamaba aquel hermoso hombre.

Gracias por leer, espero que os guste💜💜

La verdadera identidad del infierno (2 parte de enamorada del Diablo)Where stories live. Discover now