Treinta y uno.

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Llevaban horas en silencio cuando Pax giró la cabeza para encontrarse con que Harper, Octavia y John estaban durmiendo

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Llevaban horas en silencio cuando Pax giró la cabeza para encontrarse con que Harper, Octavia y John estaban durmiendo. Volvió su vista al frente, hacia la oscuridad absoluta excepto por las tenues luces del auto. Bellamy no había dicho ni una palabra desde que habían partido, tampoco la incomodaba. A veces lo atisbaba ojeando a través del espejo retrovisor, tal vez para asegurarse que John no complotaba en su contra... Como ahora.

—No nos atacará, ¿sabes? —susurró con su mirada en la ruta oscura. El viento ingresaba a través del hueco de la ventanilla que Pax había bajado un poco.

—Intentó... —empezó Bellamy pero Pax volvió a interrumpirlo.

—Lastimar a Octavia, ya lo sé —Tomó aire, ojeando a Bellamy. Tenía la mirada al frente y los dedos blancos de presionarlos contra el manubrio—. Estaba asustado —añadió en voz baja. Ambos hablaban con el mismo tono de voz, queriendo crear un aire íntimo dentro del vehículo—. Todos hicimos cosas de las que no estamos orgullosos, ¿no? —añadió. Los árboles pasaban rápido a su lado, casi tan oscuros como el cielo cubierto de varias estrellas—. Todos cargamos con cosas que preferimos olvidar —continuó con su mirada aún en el exterior. Las palabras de Bellamy resonaron en su mente. Ya no estaba furiosa, sino dolida por lo que había dicho.

Lo oyó suspirar.

—Lamento lo que dije —soltó como un suspiro. Pax giró la cabeza, sus miradas se encontraron un instante antes de que Bellamy volviera su atención a la ruta, ladeando la cabeza—. Estaba enojado —continuó—. No es cómo me siento en realidad —añadió, echándole un rápido vistazo. En aquel instante, Pax atisbó honestidad en sus ojos marrones más oscuros en la noche.

Bajó la mirada. Quería perdonarlo, pero las palabras se atoraron en su garganta como si su cuerpo aún no le había permitido que lo perdone. Levantó la vista nuevamente al tiempo que Bellamy sacudía la cabeza, tal vez comprendiendo que Pax necesitaba tiempo para procesarlo.

Parte de ella comprendía las palabras de Bellamy, pero un recuerdo latente en lo más profundo de su mente, donde creía que lo había enterrado, se asomaba para quitarle crédito a las disculpas actuales.

Pax había pasado sus primeros años de adolescente en un hogar infeliz. Su padre trabajaba durante el día mientras Eleanor se hacía cargo de la casa y de Pax. Incluso cuando de pequeña se preguntaba por qué Eleanor pasaba tanto tiempo encerrada si podía verse a leguas lo inteligente y curiosa que era por el mundo exterior, lo mucho que amaba enseñar y cuánto le agradaba sentarse con Pax luego de la escuela para explicarle aquellos ejercicios que no comprendía.

Su padre, por otro lado, era controlador y manipulador. Había perdido la cuenta de las veces que había vuelto de noche, pasada la madrugada y había discutido con Eleanor. Solía decir cosas hirientes, comentarios que marcaron a Pax por mucho tiempo y, al día siguiente, todo volvía a la normalidad y Eleanor actuaba como si nada hubiera pasado. Cuando sus padres se divorciaron y Eleanor conoció a Isabella, Pax jamás había sido más feliz.

Vagary I || Bellamy BlakeWhere stories live. Discover now