Veintinueve.

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—¿Cómo te sientes? —preguntó Pax a Octavia, quien sentada en el sillón de la sala con la mirada perdida en el suelo, no había dicho ni una palabra desde que John la había soltado

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—¿Cómo te sientes? —preguntó Pax a Octavia, quien sentada en el sillón de la sala con la mirada perdida en el suelo, no había dicho ni una palabra desde que John la había soltado. Esta vez, desvió sus ojos verdes a Pax, agachada ante ella.

—Bien —replicó sin vueltas.

Una mano se interpuso entre ambas. Era Harper, tendiéndole un vaso de agua a Octavia. Lo tomó en silencio y bebió. Pax interpretó aquello como una señal de que no debía presionar la situación. Harper parecía llevarse mejor con Octavia, por lo que se puso de pie y le regaló una pequeña sonrisa, intentando comunicarle que hablara con la hermana menor de Bellamy. La castaña comprendió... O tal vez era su intención, ya que tomó el lugar que Pax había dejado para susurrarle a Octavia palabras que Pax no escuchó. Les echó un último vistazo antes de girar para dirigirse a la cocina, pero en cuanto volteó, se encontró con Bellamy de pie apoyado en el marco de la puerta. Tenía un brazo cruzado sobre su cadera y con la otra mano pellizcaba sus labios, pensante con la mirada en Octavia.

No podía imaginar lo que estaba pensando. Debía de tener mil cosas dándole vueltas en la cabeza. Mas, cuando se acercó a él y sus miradas se encontraron, supo que tenía algo para decirle. En silencio, Bellamy ingresó a la cocina y Pax lo siguió.

—No podemos confiar en él —comentó en voz baja, apoyándose en la mesada.

Pax inspiró. No le sorprendía que desconfiara de John, ella tampoco podía asegurar que era una buena persona. Pero debía admitir que tenía información interesante respecto a los soldados. Quería averiguar qué había vivido para tener una clara imagen de contra quiénes estaban luchando en lugar de dar patadas y puñetazos a la oscuridad misma.

—Tenemos que escucharlo —repuso, acercándose a Bellamy y deteniéndose junto a él.

—Estuvo a punto de matar a mi hermana —declaró, claramente luchando por mantener un tono de voz bajo—. ¿Quién dice que no volverá a intentarlo?

—Hacemos un trato —replicó en seguida, encogiéndose de hombros—. Si quiere quedarse en esta casa, nos entre...

—¿Quedarse? —interrumpió, irguiéndose en su lugar con el ceño fruncido como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar—. ¿Qué quieres decir? —añadió cuando Pax abrió la boca sin responder.

Insultó por lo bajo, incapaz de sostener la mirada de Bellamy.

Cuando John aún sostenía la navaja contra el cuello de Octavia, Pax había leído muchas emociones en su rostro. Estaba desesperado, enfadado y con miedo. No podía dejar de pensar en su rostro magullado y sangrante. ¿Quién sabe qué le habían hecho o cómo había logrado escapar? ¿Cuánto tiempo lo tuvieron encerrado y qué atrocidades tuvo que ver? No era sorpresivo que estuviera tan a la defensiva. Pero claro, Bellamy no lo entendería.

O tal vez sí.

—Tú mismo lo dijiste, Bellamy —dijo finalmente, encontrándose con su mirada oscura enfurecida—. «Quienes somos y lo que debemos hacer para sobrevivir son dos cosas diferentes» —citó—. ¿Recuerdas? —preguntó cuando Bellamy pestañeó varias veces como si lo hubiera traicionado.

Vagary I || Bellamy BlakeWhere stories live. Discover now