Diez.

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—Pax

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—Pax...

Abrió los ojos, pestañeando varias veces debido al ardor que sintió en ellos. Le dolía el  cuerpo de pies a cabeza, tenía calor y no tenía la fuerzas suficientes para moverse.

—Aquí tienes la comida —señaló Bellamy, tendiéndole un plato humeante. Pax gruñó. Estaba inapetente, solo quería dormir hasta que sentirse mejor—. Encontré varias latas de comida en la cocina —explicó mientras Pax hacía su mayor esfuerzo por sentarse en la cama. Si bien no tenía hambre, tampoco quería rechazar la cena porque sabía que su cuerpo lo necesitaba tanto como los antibióticos—. Es sopa orgánica —comentó cuando Pax tomó el plato entre sus manos. Sonrió, o al menos lo intentó. De todas formas, Bellamy no le prestó mucha atención, sino que tomó una silla y la acercó a la cama para tomar asiento en ella—. He guardado algunas en la mochila.

Pax lo observó un instante, con el plato caliente posado en sus piernas cubiertas por las frazadas. Bellamy tenía sus codos apoyados en las rodillas y el plato entre sus manos, jugando con la cuchara, impaciente. Seguramente estaba preocupado por su hermana. Se sintió culpable e impotente. Quería recuperarse, decirle que estaba bien e ir a la escuela. No solo su hermana estaba en peligro, sino también la chica de la radio: Harper. Todo su plan se encontraba en pausa. Desde ir a la escuela hasta llegar a Nueva York.

Se mordió el labio inferior, bajando la mirada al plato poco apetitoso para que Bellamy no viera las lágrimas en sus ojos.

—Lo siento, Bellamy —susurró. De no haber sido porque lo único que se escuchaba era la lluvia en el exterior, estaba segura de que no la habría oído.

—No es tu culpa —replicó él en el mismo tono de voz.

Pax se animó a mirarlo. Bellamy ya tenía sus ojos sobre ella. Notó que no llevaba la campera puesta sino que tenía una fina remera azul de mangas cortas. Pestañeó varias veces, alejando las lágrimas y le dio un bocado a la sopa sin pensarlo dos veces.

Tosió asqueada, provocando una risita por parte de Bellamy que le llamó la atención. Era la primera vez en días que escuchaba a una persona reír.

—Es horrible, ¿no? —preguntó Bellamy más animado, causando lo mismo en Pax.

—Asqueroso —repuso con una sonrisa. Lo observó un instante más hasta que se dio cuenta que era demasiado y le echó un vistazo a la habitación, como si de repente fuera lo más interesante.

No había ningún cuadro colgado en las paredes ni ninguna foto sobre los muebles, lo que llamó su atención. Era como si nadie hubiera vivido en esa casa. Sintió un dejo de desolación en el pecho, preguntándose si así se vería su hogar en esos momentos.

—¿Crees que hayan huido? —preguntó, volteando hacia Bellamy otra vez. Había dejado su plato sobre la mesita de luz sin tocarlo. Inspiró antes de replicar con sus ojos en ella.

—Eso espero. —Bajó la mirada un instante. Pax no habló porque sabía que Bellamy lo haría. Cuando lo hizo, fue en una voz teñida de curiosidad y cautela—: ¿Quién te dijo que buscaras a Simon? ¿O fue idea tuya?

Vagary I || Bellamy BlakeWhere stories live. Discover now