Asbel Ross era el típico chico deportistas que todos amaban, querían y hasta incluso temían. Pero él no era feliz del todo, solo su mejor amigo sabía que su orientación sexual era distinta a la de los demás chicos de la secundaria.
Tenía secretos có...
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— Amor relájate —pidió Roger a su esposo quién estaba vociferando groserías en toda la casa.
— ¡Que me relajé!, ¿¡como quieres que me relajé!? —preguntó irónico Evan— ¡nuestro hijo acaba de decir que lo violaron y tú dices que me calme!
Roger se levantó del sofá molestó.
— Recuerda que Dylan y Adrián siguen en casa, así que si no quieres problemas modera ese vocabulario —Evan se cayó y asintio con la cabeza.
Roger tenía razón.
— Cierto, perdón amor —se disculpó, vio a su hijo mayor y camino hacia él: se sentó nuevamente en el sofá y lo vio arrepentido—, perdón hijo no debí reaccionar así
— Descuida papá, será mejor que me vaya a la escuela —Asbel intento huir pero tanto Evan como Roger se lo impidieron.
— Evan ve por los niños y ve a dejarlos a la escuela —dictó Roger.
— Pero... —intento decir pero la mirada asesina de su esposo lo retuvo —, bien iré a dejarlos —dijo y se retiró en busca de los niños menores.
Roger vio al castaño y le indico que se sentará en el sofá. Asbel no objeto y se sentó.
— Ahora sí dime quién te lo hizo, fue Luke quizás —se atrevió a decir y Asbel negó.
— Papá, no fue ayer en la noche fue hace ya largo tiempo —reveló nervioso y con la vista al suelo.
Y como Roger temia Asbel fue violado de niño. Justo cuando iba a decir algo Evan y los menores bajaron.
— Bien amor ya nos vamos, al regresar hablamos —Evan se acercó a su esposo y lo besó, después vio al castaño y lo abrazó—, aquí estámos para ti hijo no lo dudes —susurró en su oído.
Evan de separó y camino junto con los menores a la puerta.
— No olvidan algo —dijo serio recordandoles que no se despidieron de Roger y de Asbel.
— Perdón papá —dijeron los los regresando a la casa y despidiéndose de ambos.
Al regresar, salieron por la puerta y se subieron a la camioneta de Evan. Roger al escuchar el motor encenderse y poco a poco alejándose regreso al objetivo principal y era su hijo.
— ¿Porque le dijiste a papá que se fuera? —pregunto confundido—, podían decir que ambos estaban enfermos y así los tres se quedaban.
— Hijo no creo que quieras que tus hermanos sepan de lo que te pasó, además así también podré contarte mi historia.
— ¿Tú historia? —pregunto arqueando una ceja.
— Si mi historia —afirmó Roger—, tu papá se enfado cuando se la conté, no quise decirtela en frente de él, sabes se pondría más como loco.
