Capítulo XI. Guardar el secreto.

185 28 32
                                    

Asbel llegó a la dirección que le había indicado su padrastro, era una fábrica, una de textiles y peluche, Asbel se dirigió a la caseta del guardia de seguridad y este con solo ver a Asbel lo dejo pasar sin ningún problema; Asbel condujo hasta la ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Asbel llegó a la dirección que le había indicado su padrastro, era una fábrica, una de textiles y peluche, Asbel se dirigió a la caseta del guardia de seguridad y este con solo ver a Asbel lo dejo pasar sin ningún problema; Asbel condujo hasta la zona de parqueo para dejar su motocicleta. Cuando encuentra un lugar, apaga el motor y se baja de ella.

«Es solo por un día, no es la gran cosa» -, pensaba para si en lo que caminaba a la entrada.

Entro y su padrastro ya lo estaba esperando.

- Asbel hasta que apareces -lo abraza fraternalmente poniendo incómodo al castaño-, me tenías preocupado, pensaba que no vendrías.

- Ya estoy aquí Allan -dice serio-, ahora dime cuáles son las entregas.

- Porqué tanta prisa, si apenas acabas de llegar -recalca lo último-, ven te enseño el lugar -le da palmadas en la espalda indicándole que le siga.

Asbel camina detrás de él no con una buena expresión, él siempre detesto a Allan por estar involucrado en el mundo de las drogas y lo peor es que su mamá lo sabe y no parece importarle mucho.

- Chicos vengan quiero presentarles a alguien -grito Allan llamando la atención de muchos sujetos que no conocía.

- Allan viejo, ¿quién es esté? -pregunto una persona de color quién era muy alto y bastante intimidante.

- Es mi hijastro Asbel, el hará las entregas de Jake por hoy -todos los presentes asienten y se retiran.

- Bien ahora te daré las direcciones y los paquetes para que te puedas marchar -se retira y Asbel asiente afirmando y se queda esperando a que su padrastro regrese.

Asbel observa con atención toda la fábrica, desde las vigas hasta las entradas y salidas que posee. Cuando Asbel siente que lo observan se voltea y se encuentra con un rostro joven masculino y unos encantadores ojos ámbar.

- ¿Eres el hijo de Allan? -habla el misterio chico de ojos ámbar.

- Hijastro -corrige.

- ¿Entonces harás las entregas de Jake? -pregunta cambiando de forma drástica el tema.

- Así parece -responde Asbel serio.

- Bien, por cierto soy Thían -se presenta.

- Asbel Ross un placer -dice y es cuando nota a su padrastro llamando con señales a la distancia-, permiso debo irme.

Asbel comienza a caminar pero Thían lo detiene sujetándole de la mano; Asbel se sintió incómodo ya que su padrastro se quedó viéndoles directamente.

- Te dejo mi número Asbel, espero que me llames -susurra en su oreja y Asbel se libera con brusquedad.

Asbel nota el papelito con el número telefónico del chico de ojos ámbar, no le dio mucha importancia y lo guardo en su bolsillo delantero derecho.

Lo Que Nunca Me Dijiste©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora