Asbel llegó a la dirección que le había indicado su padrastro, era una fábrica, una de textiles y peluche, Asbel se dirigió a la caseta del guardia de seguridad y este con solo ver a Asbel lo dejo pasar sin ningún problema; Asbel condujo hasta la zona de parqueo para dejar su motocicleta. Cuando encuentra un lugar, apaga el motor y se baja de ella.
«Es solo por un día, no es la gran cosa» -, pensaba para si en lo que caminaba a la entrada.
Entro y su padrastro ya lo estaba esperando.
- Asbel hasta que apareces -lo abraza fraternalmente poniendo incómodo al castaño-, me tenías preocupado, pensaba que no vendrías.
- Ya estoy aquí Allan -dice serio-, ahora dime cuáles son las entregas.
- Porqué tanta prisa, si apenas acabas de llegar -recalca lo último-, ven te enseño el lugar -le da palmadas en la espalda indicándole que le siga.
Asbel camina detrás de él no con una buena expresión, él siempre detesto a Allan por estar involucrado en el mundo de las drogas y lo peor es que su mamá lo sabe y no parece importarle mucho.
- Chicos vengan quiero presentarles a alguien -grito Allan llamando la atención de muchos sujetos que no conocía.
- Allan viejo, ¿quién es esté? -pregunto una persona de color quién era muy alto y bastante intimidante.
- Es mi hijastro Asbel, el hará las entregas de Jake por hoy -todos los presentes asienten y se retiran.
- Bien ahora te daré las direcciones y los paquetes para que te puedas marchar -se retira y Asbel asiente afirmando y se queda esperando a que su padrastro regrese.
Asbel observa con atención toda la fábrica, desde las vigas hasta las entradas y salidas que posee. Cuando Asbel siente que lo observan se voltea y se encuentra con un rostro joven masculino y unos encantadores ojos ámbar.
- ¿Eres el hijo de Allan? -habla el misterio chico de ojos ámbar.
- Hijastro -corrige.
- ¿Entonces harás las entregas de Jake? -pregunta cambiando de forma drástica el tema.
- Así parece -responde Asbel serio.
- Bien, por cierto soy Thían -se presenta.
- Asbel Ross un placer -dice y es cuando nota a su padrastro llamando con señales a la distancia-, permiso debo irme.
Asbel comienza a caminar pero Thían lo detiene sujetándole de la mano; Asbel se sintió incómodo ya que su padrastro se quedó viéndoles directamente.
- Te dejo mi número Asbel, espero que me llames -susurra en su oreja y Asbel se libera con brusquedad.
Asbel nota el papelito con el número telefónico del chico de ojos ámbar, no le dio mucha importancia y lo guardo en su bolsillo delantero derecho.
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Lo Que Nunca Me Dijiste©
RomanceAsbel Ross era el típico chico deportistas que todos amaban, querían y hasta incluso temían. Pero él no era feliz del todo, solo su mejor amigo sabía que su orientación sexual era distinta a la de los demás chicos de la secundaria. Tenía secretos có...