Capítulo XXXV. Charla de hermanos

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La noche había caído y tanto Roger cómo Evan estaban ansiosos faltaban pocas horas para ir a traer a Adrián y que empezará su nueva vida con ellos

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La noche había caído y tanto Roger cómo Evan estaban ansiosos faltaban pocas horas para ir a traer a Adrián y que empezará su nueva vida con ellos.

Se encontraban sentados en unos de los sofás de la sala de estar, comiendo lo que Evan llevó a la casa después del trabajo.

- Y si no se lleva con Dylan -dijo Roger preocupado-, ellos serán hermanos y no se pueden odiar antes de conocerse.

- Ro amor tranquilo, nada malo pasará -beso la mejilla de su esposo para tranquilizarlo.

Asbel por otro lado se encontraba en su habitación, acostado boca arriba sobre su cama. Estaba feliz por la tarde que pasó con el rubio y porque su padre levantó la suspensión que les impuso a ambos.

Vió la hora y como aún tenía tiempo decidió tomar una pequeña siesta.

Su alarma comenzó a sonar, eran las nueve y media de la noche. Se levantó fue al baño y tomo una ducha para estar fresco. Al salir tomo prendas negras y se vistió con ellas. Necesitaba camuflarse en la noche.

Salió vestido y listo de su habitación para ir a la planta baja. Sus padres estaban de negro también, todos pensaron de la misma forma. Un pequeño integrante faltaba y era Dylan.

- ¿Dónde está Dylan? -pregunto el castaño.

- En el baño, quiso hacer pipí antes de irnos -respondió Evan acomodándose la cazadora de cuero negra.

Y a los pocos segundos apareció el menor, vestido también de negro.

Una vez todos están listos salen de la casa se suben a la camioneta de Evan y comienzan su recorrido nocturno.
En la carretera todos iban en silencio, Dylan quedándose dormido, Roger comiéndose las uñas de los dedos y Asbel viendo por la ventana.

Después de quince minutos Roger habló.

- Éster cambio de dirección, hay que ir ahora a Roces's, ahí dice que ya no hay mucha gente.

- Habíamos acordado que en la estación de buses -dicto Evan molestó.

- Si pero ella dice qué Adrián quería comer algo.

- Bien, ahora hay que tomar la otra ruta.

Evan giró el volante y viro en un redondel para tomar la ruta hacia Roces's. Después de otros quince minutos llegaron al local de comida.

Asbel estaba emocionado, volvería a ver a su hermanito y podrían empezar los tres desde cero, podrían ser unidos y ser una hermandad.

Se bajaron de la camioneta y caminaron hacía el local. Antes de entrar Evan vió a Éster sentada en la mesa que habitualmente usaban ellos cuando iban a comer en familia. Este giro a ver a su esposo he hijo menor.

No sabía que pasaría al cruzar esa puerta.

Pero sin embargo Asbel fue el primero en entrar. Vió a su madre en aquella mesa y camino hacía ella. Camino sigilosa y pausadamente, quería ver a su hermano pero no sabía cómo reaccionaría su madre al verlo.

Lo Que Nunca Me Dijiste©Where stories live. Discover now