Capítulo XXVII. Vivir en la mentira

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— ¿¡Qué hace este bueno para nada en mi casa!? —exclamó Lucybell viendo la escena de los chicos

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— ¿¡Qué hace este bueno para nada en mi casa!? —exclamó Lucybell viendo la escena de los chicos.

— Yo lo invité —respondió Luke para defenderlo—, recuerdas que es mi novio no.

— Si pero no implica que puedas traerlo, debes preguntar primero —muchos de sus compañeros comenzaron a susurrar.

— Ya deja de actuar como una perra lunática —comentó Asbel con cierta ironía.

Esta se enfado y camino hacia al castaño, estando los dos de frente Asbel le sostuvo la mirada pero está fue a darle una cachetada que retumbó en la habitación.

— ¡No vuelvas a llamarme perra lunática!

— Ops, demasiado tarde —cubrió su boca fingiendo inosencia—, ya lo hice, perra lunática —dijo con humor perverso.

Esta volvió a cachetearlo.

Asbel se enojó y todos lo notaron pero él era un hombre y un hombre nunca le pega a una mujer, no importa si es hetero o que sea gay, sigue siendo un hombre recto y derecho.

Lucy se dió cuenta que el castaño no respondería y siguió provocandolo.

— A ver cuánto duras con Luke, tarde o temprano se aburrirá de alguien como tú y te dejará.

— Oh vaya ¿entonces porque sigue contigo?, digo, se nota que eres más aburrida que leer la biblia —respondió y aunque dijera una blasfemia el respetaba lo que era el ámbito religioso.

Todos los presentes hicieron escándalo al escuchar las palabras del castaño, nunca lo habían visto en acción con las palabras, era divertido pero tenebroso al mismo tiempo.

— ¡Ya basta los dos! —grito Luke interfiriendo—, ¿cuando dejarán su guerra estúpida?

— Ella empezó —se excusó Asbel cómo un chiquillo.

— Los dejaré en paz cuando todo esté como era antes —dijo seria viendo fulminante al castaño—, sin las pestes negras.

Asbel rodeó los ojos y salió de la habitación para dirigirse al patio trasero.

Luke vio a su mejor amiga de forma reprobatoria.

— Maldita sea Lucy ¿cuál es tú problema con él? —dijo decepcionado para después salir tras el castaño.

Este se hallaba arriba de uno de los árboles del patio, Luke lo busco y lo lo encontró.

— Aquí arriba —dijo el castaño llamando la atención del rubio.

— Pero que mierda —exclamo al verlo arriba—, ¿que haces ahí?.

— Pensando —reveló honesto bajando del árbol.

— ¿Y que pensabas? —curioso el rubio.

— De lo nuestro —se le formó un nudo al decir pero logró hacerlo.

Lo Que Nunca Me Dijiste©Where stories live. Discover now