Asbel Ross era el típico chico deportistas que todos amaban, querían y hasta incluso temían. Pero él no era feliz del todo, solo su mejor amigo sabía que su orientación sexual era distinta a la de los demás chicos de la secundaria.
Tenía secretos có...
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En el transcurso de la cena hubieron pocas miradas o roces de palabras entre sí. Su madre seguía impactada por lo que su hijo mayor acaba de decirle ya que resultó ser igual que su otro hijo; ella intentaba procesarlo, apenas podía procesar lo de uno y ahora debía procesar lo del otro.
Otra que persona que no había dicho ni una sola palabra era Lucy, estaba impactada por el hecho que Elías fuese gay, nunca imaginó que ese chico un casanova por así decirlo, primero estuviese con otro hombre como pareja y segundo que se notará lo enamorado que estaba.
Luke y Asbel estaban mirando a todas partes en especial a las distintas personas que habían en la mesa. Ambos chicos estaban impactados, era inevitable ya que cuando Adam lo presento la mujer no dijo nada solo abrió los ojos como platos y se quedo sin palabras.
Adam y Elías estaban nerviosos no sabían si ese silencio era bueno o malo. Adam conociendo bien a su madre y sabía que no lo tomo bien a la primera. Elías por otra parte se sentía nervioso, bastante. el padre de Adam cuando lo presento lo tomo bien.
— Ya era hora que sentaras cabeza hijo —dijo su padre neutral
Así que se sentía tranquilo de ese lado ya que le agrado al padre pero la madre ese era el problema, esa mujer no dijo nada y de vez en cuando sentía como ella lo miraba de forma asesina con ganas de ahorcarlo.
Cuando terminaron de comer el plato fuerte, la madre se ocupó de recojer los platos menos los de Adam y Elías. Adam tomo su plato y el de su novio y fue a la cocina cuando entró y vio a su madre parada enfrente del lavatrastes. Cuando Adam se acercó y hizo notar su presencia su mamá se comenzaba a retira y camino hacia en refrigerador.
— Mamá di algo, no me gusta este silencio de tu parte.
Ella trago hondo y respiro.
— Adam estoy decepcionada de tí —pronunció la mujer aturdiendo al rubio mayor—, te eduqué mejor que eso, no te juzgo si eres gay al fin al cabo tu padre y hermano también lo son no me extrañaría que lo fueras también —ese comentario ofendió un poco a Adam—, pero tener una relación con un niño, con un muchacho de la edad de tu hermano, te eduqué mejor que eso mi amor.
Adam se quedó callado.
— Elías es mi novio madre y no me interesa si estás o no estás decepcionada. ¡Yo lo quiero a él y el me quiere a mí! —expresó más fuerte levantando la voz.
— ¡Adam no me levantes la voz soy tu madre y que seas mayor de edad no te permite hablarme como te de la puta gana!. Estas en mi casa y respetas mis reglas. ¿¡Entendiste!? —grito ella.
Un silencio pequeño se formo.
— Tu y tu hermano ¿me quieren infartar verdad? —dijo sarcástica—, ¡salen con chicos inadecuados para ustedes, salen con cualquier pendejo que sale y esperan que yo los apoye y animé solapandoles sus estupideces! —seguía regañando al mayor con la voz fuerte.
