Asbel Ross era el típico chico deportistas que todos amaban, querían y hasta incluso temían. Pero él no era feliz del todo, solo su mejor amigo sabía que su orientación sexual era distinta a la de los demás chicos de la secundaria.
Tenía secretos có...
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Día 2. Denuncia anónima
Esa misma noche Luke no pudo conciliar el sueño, debido al arrestó del castaño. Habían muchas dudas que tenía rondando en su cabeza esa noche.
Al día siguiente Luke seguía pensativo, había algo que aún no le cuadraba en todo este asunto de su arresto, así que se ducho, se vistió, desayuno y se llenó de valor para ir a la casa de su novio para hablar con los padres.
Estando frente al porche de la casa Luke pensó en retirarse y salir corriendo pero dejo de lado ese pensamiento de cobardía y subió las graditas para llegar y estar frente a la puerta. Tocó el timbre de la casa dos veces y esperó a que le abrieran la puerta.
Y como esperó la puerta se abrió y lo primero que vió el rostro de Roger.
— Luke que sorpresa verte aquí —dijo honesto el mayor—, pasa, pasa.
Luke obedeció y entro a la casa, la casa de sentía fría, extraña a decir verdad. Caminaron hacía la cocina y Roger le ofreció algo de tomar. Lo cuál declinó debido a que ya había desayunado.
Ambos se quedaron callados viéndose entre sí.
— Te debemos una explicación, una que Asbel no tuvo chance de decirte —dijo Roger después de darle un trago a su taza de café.
Luke afirmó con la cabeza dispuesto a escuchar.
— Asbel cuando aún vivía con su padrastro este le hizo entregar drogas por un día, fue un acuerdo al que llegaron entre ellos, dijo que hizo ese acuerdo para para salir contigo al cine, ya que lo castigaron por haberse escapado.
En ese momento el rubio recordó aquella llamada que tuvieron hace ya mucho tiempo, y recordó estar sorprendido ya que sus madre y padrastro no lo dejaban salir. Entonces se sintió mal y contento al mismo tiempo. Contentó porque a pesar de no ser algo en aquel entonces Asbel hizo todo para ir con él; pero lo hacía sentir mal ya que tuvo que hacer algo malo para poder hacer algo bueno.
— Perdóneme —dijo Luke agachando la cabeza—, esto es culpa mía, yo le pedí que me acompañara al cine en ese entonces, no sabía de ese acuerdo sino le hubiera dicho que no lo hiciera —sonaba realmente arrepentido.
Roger no le guardaba resentimiento ni mucho menos Evan, esa fue decisión absoluta de Asbel. Ahora debían ver cómo arreglar esto y sacar al castaño de la cárcel.
— No te disculpes Luke, hoy veremos a un abogado para tomar acciones legales en este tema. Podemos crear una distracción diciendo que Allan lo obligó a hacer esas entregas. O averiguar quién fue la persona anónima que hizo la denuncia contra Asbel.
— Cuenten conmigo para lo que sea —dijo el rubio convencido y muy seguro de sus palabras.
