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Era de madrugada cuando todos los jefes de casa fueron llamados con urgencia a las habitaciones privadas del director por Madame Pomfrey, era aproximadamente las tres de la madrugada; los maestros iban en sus batas de dormir, Severus iba sospechosamente despeinado. Pero todo ello quedó para después cuando vieron al director sufriendo de sudoraciones nocturnas, náuseas y vértigos, se encontraba sentado en su cama; bastante mareado antes de comenzar a vomitar. Severus desvió la mirada con asco antes de dirigirse a la enfermera.

-¿Qué está sucediendo?- preguntó con calma, casi desinteresado. Minerva se debatía seriamente entre sentirse escandalizada o reírse.

-Parece que algún tipo de animal con veneno lo mordió, pero en los hechizos de diagnóstico solo sale envenenamiento, no dice de qué-  con un hechizo de limpieza eliminó todo el desagradable vómito que el director había expulsado.

-Déjenme revisar- dijo Severus con una mueca de asco, mientras tomaba uno de los arrugados brazos de Dumbledore y comenzaba a inspeccionarlo minuciosamente.

-No hay nada en lo brazos- dijo, comenzando con los pies, tobillos, piernas y muslos.

-Tampoco aquí- murmuró.

-Director, ¿Siente dolor en alguna parte?- el viejo hombre parecía tan débil en esos momentos que Severus quería realmente felicitar a su bebé, aunque seguía preguntándose cómo hizo Harry para envenenar al director y con qué.

El viejo Albus solo señaló su garganta, entonces Poppy se acercó para verificar el cuello y pecho en busca de alguna mordida, no había nada, absolutamente nada. Eran ya casi las cuatro de la mañana, el tiempo pasaba y no sabían en qué momento el director del colegio recibió el veneno en su sistema, pero iban tarde. Severus entonces observó como en el cuello del anciano comenzaba a aparecer manchas oscuras, de mantuvo en silencio esperando a que alguien más se diera cuenta.

-¿Cómo es que una criatura venenosa pudo morderlo?- preguntó algo asustado Filius.

-No hay mordeduras- Dijo Severus, un silencio tenso llenó el ambiente. Minerva fue la primera en hablar.

-¿Qué es lo que tratas de decir, Severus?- el hombre de negro miró con seriedad fingida a los presentes.

-Probablemente alguien intentó envenenar al director, quizás en su comida o bebida- Poppy se escandalizó y con rapidez se acercó a revisar la boca del director; quien apenas podía mantener consciencia por culpa de la fiebre.

-¡Oh por Merlín!- susurró con voz rota la enfermera.

-¿Qué pasó, Poppy?- preguntó Pomona asustada. La enfermera comenzó a ir rápido a la chimenea más cercana.

-Hay necrosis en el tejido de garganta, comienza a entenderse en las amígdalas y hacía la epiglotis, si comienza a inflamarse no podrá respirar- echó polvos flú y rápidamente llamó a urgencias en San Mungo; no pasó mucho antes de que un par de sanadores lo llevaran.

-Yo iré con él, por favor; Severus y Filius; ustedes serían los más apropiados para hacerse cargo de la dirección- Minerva trató de no sentirse ofendida, y dejó que la enfermera se marchara entre las llamas. Un pesado silencio se formó.

-Sí, Bueno... ¿Quién tiene hambre?- preguntó Severus, los otros jefes de casa lo miraron escépticos.

-El directo acaba de ser envenenado, probablemente por comida ¿Y tu quieres comer?- Severus se encogió de hombros.

-No hay nada que podamos hacer por el director; ya está bajo los cuidados de los profesionales... y tengo hambre- Filius y Pomona simplemente negaron con la cabeza, para luego disculparse y marcharse a sus habitaciones privadas, mañana sería un largo y duro día.

The Dark Side  (Tomarry) |PAUSADA|Where stories live. Discover now