The Dark Side (Tomarry) |PAUSADA|

3

Severus afirmó su bufanda azul alrededor de su cuello, escuchando con especial atención lo que el licántropo le decía, lo cual era raro porque, nunca estuvo interesado en lo que otras personas comentarán, sin embargo aquí estaba, escuchando atentamente lo que su antiguo enemigo de colegio decía. Mientras hablaba se dedicó a mirar de nueva cuenta a su acompañante, sin duda ambos habían cambiado en cuestiones de aspecto, y para bien cabe aclarar, Lupin lucía más esbelto, ya no caminaba bajando la mirada como en sus años de colegio, las cicatrices jamás desaparecieron, es más, le daban un aire rebelde, sus ojos parecían más brillantes pero mas melancólicos también, su cabello también había crecido, lo llevaba atado con una pequeña cinta, algunos mechones se escapaban del lazo, cayendo grácilmente enmarcando su rostro alargado. Sin darse cuenta había tomado uno de los mechones llevándolo detrás de la oreja,  fue entonces que se había dado cuenta de lo hecho y frunció el ceño sonrojado. 

-Disculpa, es que me molestaba, no puedo ver tu rostro - murmuró, el hombre de las cicatrices sonrió mirando de más su rostro sonrojado. 

-Lo dice el que tiene la mitad del rostro tapado por el cabello- soltó una suave risa, y Severus se miró en el reflejo de un vidrio reluciente.

El también había cambiado, si bien sus cabellos enmarcando su rostro eran hasta la altura del cuello, la parte de atrás de su cabello era mas larga, específicamente hasta un poco arriba de los omóplatos, aun faltaba que crecieran, después de todo y, siendo un Lord debía tener el cabello largo demostrando su posición. Sus mejillas rosas sólo destacaban su pálida piel. Sin duda los años pasaron por ellos con gracia.

-He oído por ahí que te has vuelto profesor de Hogwarts, ¿Es verdad?- preguntó,  dando el último sorbo a su chocolate, el último cuarto de hora sólo el lobo había hablado, quería escuchar un poco de la sarcástica voz de su antiguo compañero de estudios.

-Si, desde hace cuatro  años, cuando pedí al Director que...- calló al instante y el hombre frente a él creyó ver sus ojos mas brillantes.

-¿Si?- animó Lupin a hablar, el hombre de negro sólo bajo la mirada.

-Fue mi culpa - fue todo lo que mencionó, tomando la taza entre sus manos como si de un tesoro se tratase. Con delicadeza, mostrando un temblor inconsciente en sus manos. El hombre lobo frunció el ceño.

-¿A qué te refieres Severus? - preguntó preocupado, tomó la taza entre sus manos y la dejo en la barra, donde se hallaba sentados. Entonces Severus se levantó pagando la cuenta de ambos pedidos y marchó hacia la salida. Confundido Remus echó una corrida hasta alcanzarlo, jamás logró comprender al hombre frente a él.

-¡Severus, espera!- gritó trotando tras él, el hombre de negro paró su caminata, en medio de la calle, la gente lo rodeaba y seguía caminando, un metro de distancia los separaba y Severus aún seguía dándole la espalda.

-¿A que te refieres?- preguntó el licántropo al ver que el otro no daría vuelta a verlo al rostro. Observó como agachaba más la cabeza con culpabilidad. También vio como apretaba los puños, casi hasta perder el color de por sí ya bastante pálido.

-A que me utilizó - apenas lo escuchó, por eso se acercó hasta casi pisarle los talones. Incluso a pesar de la brisa fría pudo sentir el agradable calor que desprendía el cuerpo del hombre.

-¿Quién? - por alguna razón no le gustaba éste Severus, estaba mucho más dañado,quizás los años no habían sido tan buenos con él, pero por lo menos estaba al lado de Dumbledore fue el patético pensamiento que tuvo, como otro seguidor de la luz. 

-Dumbledore - dijo dándose vuelta, sintió el hechizo desilusorio sobre ellos, y entonces su corazón pareció detenerse y su lobo rugió dentro de él. Lo último que vio antes de que Snape desapareciera fue una lágrima cayendo sobre sus pálidas mejillas