Neville y Ron observaban con sutileza al chico, Draco por otro lado veía las intenciones de su hermano en su mirada verde, y era algo que no iba a gustarle, podía sentirlo, cada fibra de su ser lo presentía, gruñó asesinando a su salchicha, puesto que se hallaban en el gran comedor disfrutando de su cena, la primera semana en el colegio empezaba a terminar y Harry aún no le decía sus planes a su familia, eso irritaba al rubio y tenía levemente preocupados a los demás, quienes no habían compartido tanto con el pelinegro como para reconocer su lenguaje corporal.
-¿Vas a decirnos ya?- dijo arrastrando las palabras el rubio, jamás levantó el rostro de su plato.
-Definitivamente no aquí- sonrió el pelinegro, sus ojos verdes pasearon hasta quedar en Pucey, le dio un asentimiento.
Harry ya había terminado de comer y aquello significaba que le daría diez minutos al resto de la casa para terminar e irse todos juntos, era promordial que todos permanecieran unidos. Todos en la mesa reconocieron las miradas de Harry y Pucey y apuraron su cena, una vez el tiempo terminó, un distraído Harry se levantó, seguido de sus amigos, Pucey y los prefectos, estos últimos esperando a que los demas se levantaran para ir en la cola de la fila y cuidarlos.
En la sala común los estudiantes se dispersaron, sin embargo, Harry permanecía quieto frente a la gran chimenea, esperando que sus amigos se acercaran. En menos de cinco minutos ya lo rodeaban su hermano, Ron y Neville, Blaise y Theo así como Pucey; era el tiempo de ver si podía confiar en ellos, Harry los miró y comenzó a andar hasta su habitación, los demás lo siguieron bajo la atenta mirada del resto de la casa.
-Bienvenidos- Harry les dice dramáticamente a aquellos quienes nunca pisaron su habitación, rápidamente Levi salió de entre sus ropas y se acercó a su pequeña roca caliente, Harry decidió sentarse en su cama, su espalda recostada sobre la pared, Draco y Ron fueron a su lado. E inmediatamente los demas se sentaron frente a ellos a la siguiente cama.
-Chicos, este será el momento en que iniciará todo, espero no decepcionarme de ustedes- fue lo único que dijo, frunció el ceño cuándo oyó el siseo de Levi y con un hechizo abrió la puerta. Por ella casi cae una pequeña niña rubia la cual reconocían como Daphne Greengrass.
Harry levantó una ceja y la chica al menos tuvo la decencia de sonrojarse, se aclaró la garganta y simplemente se acercó al chico de ojos verdes, todo bajo la atenta mirada de los demás; una vez frente a Harry se inclinó levemente y dejó junto a él una pequeña caja encogida, al levantar la vista sonrió apenas y volvió a salir corriendo.
Harry analizó cuidadosamente la caja, unos rápidos hechizos para revelar maldiciones; pero simplemente había un hechizo de encogimiento, volvió la caja a su tamaño normal y la abrió, sus ojos brillaron emocionados al ver su contenido.
-Me agrada esa chica- dijo, empezando a sacar dos grimorios y un libro sobre necromancia de la caja.
-Busca tu favor, obviamente- sorpresivamente fue Neville quien habló, una mueca de desprecio en su adorable rostro. Blaise disimuladamente le apretó el brazo -claramente todo lo disimulado que podía ser un niño de once años-.
-La vigilaremos por un tiempo, veremos si tiene alguna utilidad- fue Draco quien habló ésta vez, todos asistieron, Harry entonces volvió a tomar la palabra.
-Volviendo al tema antes que me interrumpieran, les dije que esperaba que no me decepcionen, pueden negarse e irse de este lugar una vez hayan escuchado mis planes y no esten de acuerdo- la voz de Harry era la única que se escuchaba.
-Claramente luego de hacer un juramento mágico, en donde ninguna información relevelada será reproducida por ustedes ante nadie de ninguna forma; a menos que quieran perder su magia y tener una muerte lenta y dolorosa; como un traidor- Harry sonrió, de esa forma tan asquerosamente adorable que te daba escalofríos en la espalda.
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The Dark Side (Tomarry) |PAUSADA|
FanfictionLa profecía fue dicha, y fue dicha en un pequeño bar a las afueras de Hogwarts, en Hogsmeade. En un bar en el que no se encontraban solos el director de dicho colegio de magia y una vidente medio loca, sino que un mortífago también. Un mortífago...