Capitulo 48

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"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida"

-Neruda



Había ignorado el asunto durante mucho tiempo, trato de ser compresivo en verdad que lo hizo, él no deseaba otra cosa más que hacerlo feliz y se prometió en aquel entonces cuando lo conoció que haría lo que fuera para alejar y protegerlo de todo aquello que le había hecho daño. Él solo deseaba que volviera a creer en el amor, en su amor.

Trato de sostenerse de su cordura y analizar sus palabras, por lo regular dejaría pasar el asunto y seguirían como si nada. Aunque verlo de lo más tranquilo y restándole importancia como si hablaran del clima le hizo darse cuenta que tal vez solo era él quien lo había pensado con la verdadera importancia que su relación conlleva.

—Matt ya tenemos seis años de relación sin contar el tiempo que llevamos conociéndonos cuando aún estabas casado con Demian. — Gael ya no podía seguir así, sintiendo que ellos ya habían llegado a un punto del que no podían avanzar porque el rubio se sentía cómodo con eso, pero él quería más. — Sé que quieras tiempo para pensar las cosas, lo dejaste muy en claro cuando rechazaste mi propuesta de matrimonio.

Aunque no lo quiso lo último sonó a reproche. Maldijo por lo bajo al darse cuenta de cómo el rubio se tensó y se quedó de espaldas en medio del living.

—No te obligue a quedarte conmigo. — contra ataco el menor. — creí que estábamos bien así. No pensé que nuestra relación te empezara a incomodar.

Gael paso de forma desesperada sus manos por sus cabellos en señal de enojo.

—Ese es el problema Matt, hace tiempo que no volvemos a tocar el tema del compromiso porque sé que no deseas casarte, pero tampoco quieres vivir juntos, sin papales ni formalidades de por medio.

Escucho a Matt suspirar mientras se volteaba para mirarlo de frente. Con su ceño fruncido en total desacuerdo con el mayor.

—¿Por qué quieres hacer un lio de esto ahora? — pregunto ofuscado. — Sabes mis razones y asumí que tú me entendías cuando después de rechazarte fuiste a buscarme y perdonaste mi negativa, prometiste esperarme.

El pelilargo endureció su mirada y cuadro sus hombros en pose dominante y Matt se dio cuenta que la había jodido porque ahora Gael estaba enojado y tal vez muy dolido con sus palabras.

—Así es Matt conozco tus razones, tus miedos y demás sobre ti y tu forma de actuar sobre ello. — le hablo sin cariño. — Trato de ser compresivo contigo y por lo mismo no insiste porque te amo. — llevo su vista al gran ventanal del living no queriendo ver a Matt.

—Pasa el tiempo Matt y cada día que paso estoy más seguro que quiero pasar el resto de mi vida contigo, formar una familia tener un hogar contigo. — suspiro cansado. — Pero parece que no puedo trasmitirte ese sentimiento de anhelo que tengo por todo eso, porque lo quiero a tu lado.

—Gael yo...— Matt sintió un dolor en su pecho al sentir la tristeza en la voz del otro.

—Yo no soy Demian. —le dijo de forma tajante. — Yo me enamore de ti antes de saber tu historia con él y Nick, jamás te juzgue, pero parece que mi amor no es sufriente para derrotar ese miedo que tienes al fracaso y me siento dolido porque no importa lo que haga tu no cambias de opinión y pareces no querer lo mismo que yo.

Matt empezó a temblar sin poder moverse y sus empezaban a arder por retener las lágrimas, no le gustaba por donde iba todo. Se supone que todo estaba bien, habían tenido una larga noche de intimidad, habían ido al centro comercial, habían cocinado juntos la cena la noche anterior después de varios días sin verse por sus distintos trabajos y compromisos de cada uno. Aun así, se las apañaban y terminaban encontrándose para pasar tiempo juntos. ¿Por qué todo se volvió de esa manera?

—Gael las cosas no son así, n-no. — quería arreglar las cosas ansioso. — Tienes que entender qu-que — Gael negó con la cabeza y tomo su saco del perchero con sus llaves en mano.

—Me tengo que ir, mi sobrino me espera y ya voy retrasado. — No le permitió a Matt discutir sobre lo que él había dicho. Él no deseaba pelear, pero las cosas que dijo eran cuestiones que ya empezaban a pesar en su pecho por guárdaselas y sus propias inseguridades empezaban a brotar.

Y sin más Gael salió de su departamento dejando atrás a Matt llorando en silencio, pero no regresaría porque todo eso también le estaba afectando a él y no quería terminar diciendo algo que tomaba más fuerza en su mente.

«Sigue amando a Demian»

Y con ese pensamiento cruzando su mente se limpió el rostro con rabia evitando que las lágrimas salieran. No quería seguir haciéndose daño pensando en eso y sin más puso en marcha su auto rumbo al colegio de Milo.

(...)

Había terminado de firmar y revisar todos los pendientes, no había tomado su hora de descanso y no había probado bocado desde en la mañana cuando desayuno con su hijo.

Nick estaba sentado en una esquina bebiendo un vaso con whisky y una foto en su otra mano libre que había sacado de uno de los cajones que tenía bajo llave. Había pedido que nadie lo interrumpiera en ese momento hasta nuevo aviso, ya no quería saber nada de trabajo y reuniones solo quería descansar y sumergirse entre sus recuerdos una y otra vez y sobre todo reponerse para su hijo Milo que seguro no tardaría en llegar junto con Gael a la oficina.

—Amor, no sabes cuánto te extraño— aunque no lo quiso sus palabras salieron como un lamento seguido de grandes lagrimas que no pidieron permiso, su pecho dolía y una gran pena lo inundaba. No podía entender porque después de tanto tiempo la herida no podía cicatrizar. — Aun no entiendo que le fue lo paso para que la vida te arrebatara de mi lado. — La foto de Derian se mojó por las lágrimas de Nick que cayeron encima.

Era una foto de cuando Derian estaba sano, feliz sin ninguna preocupación y ellos solo eran amigos, él mantenía esa foto cerca porque sabía que fue tomada en los mejores momentos de la vida de Derian, ignorante de lo que la vida le preparaba.

—Daria todo lo tengo y todo lo que soy porque regresaras a mi lado. — respiro hondo. — Milo pronto cumplirá nueve años, está creciendo tan rápido, estarías tan orgulloso de él. — tomo de nuevo aire, obligándose a no romper en llanto de nuevo. — Puede que lleve mi sangre, pero en carácter es igual a ti, es perfecto, es amable, educado, inteligente...— un nudo en su garganta le impidió seguir.

Su mente lo traicionaba y lo hacía volver a aquellos tiempos donde ellos eran felices con su hijo, amándose, disfrutando de los silencios de caricias y besos sin reparo. Era tan feliz.

—Es como verte crecer en él Derian. — Y Nick sonrió con mucha tristeza.

El castaño llevaba una gran pena en su alma, que nadie podía quitar y sus días eran eternos, extrañaba a padre y a su esposo; Milo era un bálsamo para su vida pues su hijo era lo único bueno y valioso que tenía.

Nick estaba seguro que ya nada lo haría sentirse amado como lo hizo Derian, estaba completamente convencido que jamás se volvería a enamorar y para él eso estaba bien porque después de todo lo vivido había llegado a la conclusión que el amor solo te hacia sufrir y llorar.

El solo deseaba vivir lo suficiente en completa paz y darle todo a su hijo para después de estar seguro que Milo estaría bien y tal vez formando su propia familia, él le entregaría todo y se retiraría a esperar el llamado de su amado. Deseaba con todo su corazón que hubiera vida después de la muerte y poderse reencontrar con Derian.

Déjame ir (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora