Capitulo 35

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4 meses después...

Demian jamás había estado tan seguro de algo como en ese momento, ese par de orbes azules donde se reflejaba solo mostraban una tormenta sin descanso, como jamás llego a imaginar.

—Nunca te voy a dar el divorcio.— Matt no se alteró, de hecho estaba bastante sereno como si hablaran del clima.— recuerdas el "hasta que la muerte los separe"— sentado frente al escritorio de Demian, cruzado de piernas elegantemente termino de beber de su whiskey.

El peli-negro dejo viajar su vista por el cuerpo del rubio, tan bello y gracial como natural en su persona, pero Matt ya no era aquel jovencito risueño, lleno de inocencia e incertidumbre a lo desconocido. Demian juraba que ya no lo conocía, ya no sabía con quién estaba casado y el tema del divorcio no era la primera vez que se mencionaba pero siempre terminaba con la misma y cortante respuesta.

—Matt esto no puede seguir así, y lo sabes.— ya no había un matrimonio que rescatar, ambos ya estaban perdidos.— ya no queda nada bueno, solo viejos recuerdos que nos unieron...

El rubio alzo su mano para detener el sermón del peli-negro que dejo las palabras morir en su garganta, no necesitaba que le repitieran la lamentable situación de su vida.

Si bien seguía teniendo sentimientos hacia Demian, estaba seguro que ya no era amor, pero ahora después de saber que Nick había regresado con una familia y terriblemente millonario, no se la iba a dejar tan fácil a Demian, estaba seguro que este estaba desesperado por correr a los brazos del castaño como perro faldero, no era tan desechable pues se estaba jugando su ultimo gramo de dignidad.

—Para con todo esto, ya nos sabemos la lamentable historia.— su mirada azulada ya no brillaba como antes.— pero la respuesta siempre será la misma.— termino su copa y salió del despacho de Demian, subió a su habitación y tomo una chaqueta con las llaves del auto y salió de la mansión.

El sol estaba por ocultarse pero Matt realmente quería despejar su mente, olvidar que su vida solo era mera película de ficción, donde todos envidiaban su matrimonio, donde él era sumamente feliz, alardeaba de lo bien que iba su matrimonio y no envidiaba a nadie pues él lo tenía todo, cuando la realidad era otra.

Entro al bar buscando con la mirada a la persona indicada que le ayudaba a desconectarse del mundo, a dejar de pensar y solo entregarse al momento, como antes, cuando solo deseaba encontrarse a él mismo, antes de Demian.

Justo en ese momento sintió unos brazos delgados pero fuertes rodear su cintura, pegando su cuerpo con posesividad y delicadeza, Matt se dejó hacer ya conoció esa sensación, ese perfume y esa risa que escapaba de esos labios carnosos pegados a su cuello. Sin darse cuenta recargo su cuerpo al otro y sus hombro de relajaron. Una sonrisa también pinto sus labios.

Sintió como esos labios recorrían su cuello hasta hacerlo voltear para que impactaran contra su boca, entregándose a un beso sin reservas, con ansias tan impacientes por los días de no verse.

—Creí que hoy tampoco te podría ver.— Matt pego sus frentes, tan íntimos.— no has llamado.— reclamo, pero un gesto gracioso que dejaba en evidencia su fingida molestia, era momento de disfrutar de esos labios que le hacían delirar, encendía esa chispa de necesidad y cariño con más fuerza que antes.

Las tenues luces del establecimiento daba esa intimidad que necesitaban, el rubio no se preocupaba por encontrarse a algún conocido era un lugar sumamente caro y selectivo en el cual solo personas discretas disfrutaban de un trago y tal vez de disfrutar de la noche en compañía de alguien tan solitario como uno mismo, nunca se sabía y justamente eso fue lo que sucedió con Matt que hace ya varios meses se encontró con ese hombre tan atrayente que lo cautivo y lo hizo sentirse deseado de nuevo.

No había necesidad de preguntas o investigar más allá de una relación superficial y carnal al inicio de aquella aventura, pero con el paso del tiempo ambos se encontraban en aquel lugar al caer la noche no solo para disfrutar de un excelente sexo, después del acto se pasaban la noche conversando y acariciándose como dos amantes sin problemas con la ilusión de un nuevo amor, aunque al salir el sol ambos debían separarse y regresar a su realidad, que para Matt era cada vez más agonizante.

—Eh estado con mucho trabajo cariño.— comento el peli-largo, aun con sus brazos en la cintura del rubio.— pero hizo hasta lo imposible por verte esta noche.

Matt sonrió con ese brillo que creía perdido, sintió un nudo en su estómago por la emoción de no ser el único necesitado por el otro, era gratificante saber que alguien también ansiaba su compañía, se sentía tan... bien.

— ¡Basta Gael! Me haces cosquillas. — el oji-azul se voltio para quedar cara a cara con el peli-largo que llevaba un moño desordenado dejando caer algunos mechones de cabellos liso sobre su rostro, para Matt era tan guapo que acomodo esos mechones rebeldes atrás de la oreja del más alto y se acercó a besarlo con necesidad y delicadeza suspirando en medio del beso y sintiendo un cosquilleo más intenso en su estómago.

Tan grande el mundo y ellos se olvidaban de todo estando juntos, deseando que la noche no acabe pues al salir el sol venia la inevitable despedida.

(...)

Derian frunció el ceño al verse frente al espejo del tocador con su torso desnudo, acababa de tomar un baño y las gotas de agua aun recorrían exquisitamente su abdomen ligeramente marcado, pero una mancha en su costado le llamo la atención, tal vez en su rutina de ejercicio se golpeó sin darse cuenta, en ese momento entro Nick a la habitación con una gran sonrisa.

Nick dejo viajar su mirada sin vergüenza por el cuerpo semidesnudo de su prometido el cual solo contaba con una corta toalla que cubría se entrepierna, jamás se cansaría de probar ese cuerpo que lo hacía gemir sin descanso al sentirlo encima de suyo, el sexo definitivamente era algo siempre nuevo y fantástico.

Las orbes verdes de Nick brillaban con un gran amor, no creyó poder amar de nuevo, no después de la desilusión que provoco Demian; pero ahora estaba allí frente al hombre que le hizo aprender a amar de una forma más compleja y sincera y solo en esos momentos cuando reflexionaba sobre su vida, no podía pedir nada mejor, ahora más que nunca deseaba pasar el resto de su vida junto a Derian y ver crecer a su pequeño Milo y tal vez en algún futuro a otro pequeño o pequeña siendo hija de Derian, para terminar de formar a su familia feliz.

Pero la vida no es siempre como la planeas, en ocasiones simplemente las cosas se descontrolan y todo termina en una situación desastrosa de la cual en ocasiones termina por destruirte y de la peor manera, pues te entrega en bandeja de plata lo de mejor hay y de un momento a otro te es arrebatado de una forma brusca e infernal.

Y nadie lo imagina...



Déjame ir (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora