Capitulo 44

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"Te estás destruyendo y lo único que haces es reirte"

El sonido del electrocardiograma era lo único que se escuchaba en la habitación y Nick agradecía que ese sonido nunca desapareciera.

La habitación del hospital era fría y totalmente blanca, le provocaba malestar estar de nuevo en un hospital pero no podía hacer nada. Derian se habia puesto mal una noche antes y era imposible tenerlo bajo cuidado en la casa.

Al castaño le dolía de sobremanera saber que Derian solo seguía bajo cuidado y observación de un médico por ellos, su familia y porque el mayor anhelaba poder disfrutar más de Milo, verlo correr, jugar con él e incluso "platicaba" con el pequeño Milo.

Pero la realidad lo golpeaba sin descanso cuando miraba el rostro cansado de su esposo, el dolor que sentía cada día y saber que Derian hacía lo posible por callar todos sus malestares y apesar de eso era capaz de sonreírle. Era cruel saber que en cualquier momento Derian podía tener su último respiro y eso cada día mataba toda esperanza que tuviera Nick.

Todos seguían con su vida, Alan cuidaba de Milo cada vez que era necesario y los visitaba con frecuencia. Gael también estaba al tanto de todo lo que necesitarán pued ahora él era quien se hacia cargo de todo en la empresa a falta de Nick y por lo tanto sabía de la relación que mantenía con el rubio.

Tal parece que todo iba bien para los demás, sin embargo su matrimonio feliz no habia durado demasiado, la angustia siempre estaba en el pecho de Nick y Derian cada día se desvanecía.

Ya estaba con en tiempo contado. Desahuciado.

Lágrimas gruesas bajaban sin reparo por sus mejillas de solo pensar en el gran vacío y dolor que dejaría Derian en su vida, estaba seguro que si no fuera por Milo, él también moriría junto con su amado. No había forma de que siguiera con su vida, no después de haber tenido todo junto con Derian.

Quería gritar, destrozar todo, llorar a todo pulmón hasta quedar sin energías y lágrimas, y desvanecerse para evitar pensar.

Deseaba reclamar a quién sea que fuera el causante, maldecir y suplicar al mismo tiempo a cualquier divinidad por está mala jugada del destino. ¿Qué mal había causado para que la vida decidiera solo darle una probada de lo que alguna vez deseo y ahora se la arrebatara de la peor manera? ¿Qué tenía que hacer para que todo aquello terminará?

La respuesta jamás llegó, no hubo nada, ningún susurro o alguna señal, las cartas ya habían sido expuestas.

Derian lo sabía y apesar de todo seguía regalándole sonrisas sinceras y llenas de amor, palabras de aliento que le repetían que tenía que recordar cuando el ya no estuviera para repetirlas, instrucciones y consejos que debían seguir él y Milo en algún momento. También escribió unas cartas que Derian cuidaba con recelo y que sólo debían de dárselas a Milo cuando tuviera edad de comprender porque su padre tuvo que partir.

El móvil de Nick recibió una llamada de su padre posiblemente para preguntarle por Derian.

- hola papá. - saludo. - sigue durmiendo, le medicaron para que descansará un poco.

-¿seguro Nick que no deseas que vaya a acompañarte?- preguntó Alan. - no deberías de estar solo después de la noticia hijo. - el dolor acompañan esas palabras.

Nick mordio su labio inferior con fuerza, aguantado las lágrimas que amenazaban con salir de nuevo. Tenía que ser fuerte, al menos frente a los demás.

-sí papá, estoy bien solo cuida a Milo por mí por favor. - remojo sus labios resecos. - solo cenaré algo y dormiré un rato. - mentía y Alan lo sabía, pero no dijo nada sabia que su hijo quería estar solo.

Alan suspiro con pesar y acepto.

-bien solo llama si pasa algo. - pidió .- cualquier cosa por favor.

-de acuerdo, descansa.

Nick sentía el cansancio en cada centímetro de su ser.

(...)

La vida de Demián tenía una rutina sin nada extraordinario, era de hecho muy simple y le gusta así.

Puede que en ocasiones fuera un tanto agitada o desconocida si tenia que estar a lado de cierta oji- verde embarazada.

El peli-negro tenía sus manos llenas de bolsas de compras con ropa de bebé todas en tonos azules y verdes y caminaba con resignación detrás de Anya que miraba todo con ojos brillantes.

-ven Demián, mira este trajecito es hermoso para el bebé. - Anya no parecía recordar su grande panza al momento de prácticamente correr de tienda en tienda.

-si es lindo Anya pero, ¿no crees que ya es mucho todo esto? - el empresario levantó las múltiples bolsas que llevaba en las manos.

Ella hizo una mueca pensativa.

- no lo creo. -aseguró. - mejor dime cuál te gusta más de todos estos?

Demián sólo sonrió divertido y fue trás la castaña que tenía bastante energía para recorrer todas las tiendas de bebés.

Definitivamente Demián pasaba días interesantes y felices.

Su vida estaba en un curso que no creyó vivir y ahora allí estaba, preparándose para la llegada de un bebé que se aseguraría le daría lo mejor.

En ocasiones recordaba a Nick y solo le deseaba lo mejor, respetaba su decisión de tener una familia y vivir tranquilo y por ello y amor que le tuvo decidió dejar de seguirle la pista. No quería seguir al tanto de todos los demás que se quedaron en Londres, deseaba cambiar y para eso era necesario evitar cualquier noticia del castaño.

Ahora todo iba bien y lo mejor esque lo disfrutaba. Podía acostumbrarse.

(...)

La alarma del cardiograma despertó a Nick que sre había quedado dormido sin querer en el sillón, asustado al principio se acercó a Derian y al instante ya estaba llamando a un médico afuera en el pasillo.

-¡ no, no, no!- repetía Nick con lágrimas y desesperación tocando el rostro de Derian. -¡Amor por favor, despierta!, ¡habré los ojos Derian! Por favor.- repetía sin dejar de tocarlo y con llanto desgarrador.

El médico llegó rápido con otros enfermeros y le pidieron salir de la habitación mientras otros acercaban equipo para electroshock.

-señor por favor retírese. - le dijo una enfermera que lo apartó de Derian. - por favor debe salir. - insistió y lo guió al pasillo cerrando la puerta para evitar que volviera a entrar.

Nick terminó de rodillas llorando sin control escuchando el conteo del médico que indicaba las descargas para resucitar a Derian, no sabía que había pasado, solo se durmió un momento.

Era un mal sueño, de cuál deseaba con toda su alma despertar.

"Por favor Derian, por favor no me dejes" imploraba y esas palabras de repetían en su cabeza una y otra vez.

Déjame ir (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora