Capitulo 22

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«No creas todas mis promesas, suelo olvidar la mitad de ellas.»

Una semana después...

Demian se miraba por quinta vez frente al espejo de cuerpo completo, tratando de ajustar muy bien su corbata color gris, su traje totalmente color negro le queda a la perfección. Su apariencia era arrebatadora, pero estaba lejos de sentirse bien.

Y el tener una reunión para formalizar frente a la sociedad más zorra y prejuiciosa le provocaba nauseas, pues ya podía oírlos, murmurar entre dientes que era pena que se inclinara más por los jóvenes de sexo masculino, o que compadecían a sus padres por que no habría sucesión de sangre o al menos que decidieran adoptar. Ya estaba cansado de tener que pasar por el mismo circo y aunque al pasar el tiempo, los susurros parecían menguar por notar la seriedad que tomaba su relación con cierto castaño... todo se iría a la mierda esa noche pues había aceptado esa "grandiosa" idea por la presión que habían ejercido sus padres y los del rubio.

Más que una celebración para anunciar su maravillosa y reciente relación con un rubio hermoso de ojos azules, parecía estar a punto de llegar a un velorio, y es que se volvió a preguntar si realmente había algo mal en su cabeza porque desde que se enteró de la desaparición de Nick no había parado de buscarlo, había preguntado a todos sus conocidos y a la familia de Derian, la cual alegaba decir que no sabían su paradero solo que se mudarían de país por tiempo indefinido, sin mencionar nombre de la ciudad o tan siquiera un número telefónico, perdiendo toda posibilidad de ir a buscarlo. Y hay estaba a casi nada de mostrarse como un gran enamorado de Matt Tyler.

Su reflejo parecía burlarse de su patética y cobarde situación.

«Nick por Dios, regresa.»

—Cariño, te estamos esperando. — una mujer de mediana edad, elegante y con sonrisa radiante se asomó por la puerta entre-abierta. — estas muy guapo.

Demian sonrió al verla reflejada en el espejo, volteo y extendió su mano para que ella entrara.

—Tú eres la más hermosa mamá. — Beso su mejilla. — Ya estoy listo. — le sonrió, él en verdad amaba a su madre siempre tan comprensiva y llena de buenos consejos.

—No te ves feliz cariño. — deshizo el nudo de la corbata, para volver a anudarla y acomodarla. — nunca has aprendido a hacerlo correctamente.

Demian sonrió y se mantuvo quieto hasta que su madre termino pasando sus manos por los hombros de su hijo.

—Sabes que te quiero Demian, eres lo más preciado que tengo y siempre te eh apoyado en todo, pero ahora eres un hombre y es inevitable no darme cuenta de tus errores. — Lo miro con seriedad. — debes de empezar a tomar decisiones sabias, empezar a corregir errores y sobre todo preocuparte por alguien más que no seas tú mismo.

Alessia era una mujer hermosa, había sido madre muy joven pero seguía conservando esa figura esbelta y facciones delicadas con un largo cabello negro liso y unos ojos azules en los que siempre se reflejaban el cariño por los únicos dos hombres de su vida. Su esposo y su hijo.

Y como toda madre podía ver el gran pesar de su hijo a causa de las malas decisiones.

—si esto no es lo que realmente querías, podías haberte negado en aquella cena, podíamos evitar este festejo hasta que te sintieras convencido.— suspiro con cansancio.— Nick se fue para cortar de tajo toda relación contigo, deberías respetar su decisión y dejar de buscarlo, él no quiere ser encontrado.— Demian la miraba con indecisión.

Déjame ir (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora