Capítulo 43

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"Poco a poco todo se derrumba mientras te pierdo. "

El día era soleado y cálido pero a pesar de eso Derian llevaba un suéter azul marino, pues ya le costaba mantener su calor corporal y al bajar del auto y tomar la mano de Nick el castaño lo pudo percibir, las manos grandes de Derian estaban frías.

El lugar a donde llegaron era una propiedad grande estaba a las afueras de la ciudad había una casa de dos pisos color blanca y todo alrededor era jardin y árboles, realmente se sentía diferente.

—esta casa la compré poco después de que regresamos a Londres—. Derian guiaba al menor que seguía admirando el enorme sitio—. Pensaba que sería genial para Nilo cuando quiera jugar, aquí puede correr o cuando aprenda a jugar futbol—. La sonrisa del mayor hacia contraste con la mirada triste que tenía—. Me agrada porqué puede ser como un secreto, no lo crees?

Se detuvieron bajo una banca de madera debajo de un enorme árbol y en ese sitio podían apreciar la casa en todos sus ángulos.

—¿porqué un secreto? — Seguían tomados de las manos y Nick recostó su cabeza en el hombro del mayor, aún parecía un mal sueño que la muerte los estuviera rondando nuevamente.

— porque nadie sabrá lo que realmente pasa a nuestro alrededor—.  Nick presto atención—. No escucharán las palabras de amor que intercambiamos—. Acariciaba los nudillos de Nick con cariño—. Me gusta la intimidad que tenemos aquí.

Nick alzó su rostro y beso los labios de Derian, las ganas de llorar y el dolor en su pecho no le daban tregua, incluso respirar era difícil pero no podía derrumbarse si Derian seguía en pie, por él y su hijo.

—es perfecta, la tranquilidad y el enorme espacio verde que rodea la zona—. Suspiro—. Milo amará este lugar.

Nick escondió su rostro en el cuello del mayor y respiro profundamente, la necesidad urgente que latía en su ser por jamás olvidar la frangancia del castaño. —quiero pasar mis últimos días aqui—. El cuerpo del menor se tenso—. Quiero que mis últimos recuerdos sean de Milo y tú sea sonriendo u jugando en este lugar y yo poder verlos justo desde aquí.

Palabras que se clavaban como cuchillo en el alma de Nick.

No se percató en que momento pero las lágrimas ya recorrían su rostro mojando el hombro del mayor y si llanto solo se intensificó cuando Derian lo arrastró a su regazo. 

¿que estaba mal en ellos?  ¿porqué eran separados de esta forma? 

— aunque recé con fervor no cambia el rumbo de la situación.

—nada cambiará Nick—. Sus miradas se conectaron—. Esta vez ya es tarde, no quiero pasar mis últimos momentos en una habitación de hospital con cables conectados en todo mi cuerpo—. Limpiaba las lágrimas del oji-verde en un intento vano pues no paraban de salir—. No es la forma en la que quiero que mi hijo me recuerde.

—pero por Dios Derian no puede estar pasandonos esto de nuevo—. Era una tormenta que los golpeaba con mayor fuerza—. No me puedes dejar ahora, no ahora que se que eres lo único que necesito para estar bien.

Derian terminó por romper la aparente calma pues el oji-verde no paraba de llorar y hablar agitado por el remolino de emociones, su garganta quemaba por la tristeza y el miedo de dejar esta vida, sin certeza alguna de cuando sería el momento de partir.

— escúchame Nick—. El mayor con ambas manos atrajo al menor para verlo frente a frente—. Tienes que estar bien amor, Milo ahora será quién más te necesite, el será las fuerzas que te harán falta para que cada día sigas adelante.

Nick sorbia por la nariz mientras asentía a lo dicho por el mayor.

Ahora su hijo era lo único que no le permitiría perderse en un pozo sin fondo.

— juro Derian que si hay otra vida después de está yo te buscaré y no dejaré que te marches de nuevo, está vez ya no—. El mayor sonrió con ojos rojos y mejillas mojadas ante lo dicho por su prometido, seguro que esa promesa la cumpliría sin importar qué—. Nunca amé a nadie como lo hice contigo, siempre recuérdalo.

Se besaron con infinita dulzura, un beso lleno de anhelo, tristeza y pesar pero sobre todo con fuertes suplicas a cualquier divinidad que le permitiera mas tiempo de vida a Derian.

—lloras por mí y realmente lo siento.

—lo único que yo lamento es no haberte amado desde el comienzo.

Los minutos pasaron y Nick por fin pudo calmar su llanto.

— cuando ya no esté aquí recuerda que este sitio será solo nuestro y de Milo, aunque ya no me puedan ver estaré aqui y los podré ver sin importar el momento.

El castaño pasaba sus dedos delgados por la hebras de cabello ondulado de Derian, cabello que pronto sería menos, las mejillas rosadas también desaparecerian y solo hacia evidente que en algún momento sus caricias solo serían al aire.

—lo sé amor, lo sé. Siempre vas a estar con nosotros y Milo será como tú cuando se un hombre y estarás muy orgulloso lo prometo.

Derian dejo un beso casto en la mano del menor, agradecido por todo lo que  compartieron juntos y por lo que pudo haber sido una larga y hermosa vida.
 

(...)

5 meses después

El silencio reinaba en la casa, la comida pronto estaría lista y debía ser servida a la hora indicada, sin excepciones.

El invierno pronto comenzaría pero para Derian parecía que estaba en medio de una ventisca por el enorme abrigo y gorro que llevaba puesto.

Estaba sentado en la sala al lado de un ventanal enorme que le permitía observar el jardín de afuera, tan pronto como le habia mostrado el lugar a Nick, decidieron mudarse y era perfecto.

El sonido de unas pisadas apresuradas le hizo sonreír.

—¡buuh! ¡Papá!—. Milo se aferró a las piernas del mayor y con una dulce sonrisa beso su regordete cachete y lo sento en su regazo.

— oh pequeño bribón cada día eres más travieso. — Nick entró a la sala con la comida en una charola. — mira que asustar a tu padre no es bueno para mi salud. 

Entre risas y mimos comieron como una familia normal y feliz pero en momentos fugaces Nick observaba a Derian con preocupación y dolor, el amor de su vida poco a poco de consumía como una vela que estaba por apagarse y el dolor en su pecho se hacia grande al ver que la piel de su ahora esposo estaba débil y demacrada y sus ondulados cabellos ya no estaban.

No podia evitar que cada vez que estaba solo rompía en llanto tan desgarrador que solo le provocaba ganas de gritar para aliviar un poco su corazón.

Noches en vela rezando y esperando un milagro no ayudaban en nada, sabía que tendría que pasar lo inevitable pero eso no aliviaba en nada a su alma.

La estación de invierto apenas empezaba pero el frío y miedo ya estaban instalados en el pecho de Nick temporada atrás.

Déjame ir (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora