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Lena.

—Gray, está bien..., Sólo tomaré mis maletas y regresaré al apartamento.

—Pero regresas..., No puedo aguantar mucho.

—Lo haré. Te amo, adiós.

—Te amo.

Colgué la llamada sin borrar la sonrisa de mi rostro.

Desde la noche en que lo hicimos, me había sentido como una persona nueva.
Ya no tenía ansiedad y podía controlar mis emociones sin problemas.

Por fin todo se sentía normal.

Las últimas semanas me había estado quedando en su apartamento, y cada que necesitaba algo, se lo pedía a uno de los choferes de mi tía.

Me rehusaba a volver a pisar esa casa y toparme con Adam.

El simple hecho de pensar en él me hacía sentir enferma del estómago, me daban náuseas y me mareaba.

Pero ya era hora de que afrontara las cosas.
Ya no podía seguir huyendo de lo que era inevitable. Tenía que sacar mis cosas de ahí para poder darle fin a todo ese desastre.

Entré a la casa sin necesidad de tocar el timbre. Aún tenía la llave, y además no quería llamar mucho la atención.

No había pisado ese lugar desde el accidente de Grayson.

Justo como me lo imaginé, el ambiente se sentía pesado e incómodo. No había nadie alrededor y reinaba el silencio.
Parecía estar vacía.

Caminé hasta el pie de la escalera, quería terminar con eso lo más pronto posible, no tenía tiempo de ver si realmente estaba sola.

—¿Sole? -Escuché detrás de mí.

Cerré los ojos y suspiré resignada. Debí pensar en que eso podría ocurrir.

—Hola, tía -Dije dándome media vuelta para encararla.

—¡Mi amor! -Corrió con los brazos abiertos hasta alcanzarme y estrecharme fuertemente -Me tenías muy preocupada..., ¿Dónde estabas? Tienes dos semanas sin venir.

—Lo siento, tía -Dije correspondiéndole el abrazo -Grayson tuvo un accidente hace poco y me la he pasado con él..., Lamento no haberte avisado.

—Por dios, cariño -Se alejó ligeramente de mí y me miró preocupada -¿Pero ya está bien?

Asentí intentando articular una sonrisa.

—Ya todo está bien...,

—Ay, cielo..., ¿Eso significa que están juntos otra vez?

Volví a asentir, nerviosa.
¿Cómo le diría que tenía pensado largarme?

—Tía..., Sabes lo mucho que te quiero y de verdad estoy infinitamente agradecida porque me recibiste aquí cuando parecía no tener a nadie, pero...,

—Mi amor, está bien que quieras mudarte con tu novio -Me interrumpió completando mis palabras -Yo entiendo. Lo único que quiero es que seas feliz.

Me sentí aliviada. No me esperaba una respuesta tan positiva de su parte.
Realmente era un ángel.

—Te quiero, tía -Le dije volviéndome a acercar para abrazarle.

—Yo te quiero mucho más, Sole -Dijo mientras acariciaba mi cabello.

Me alejé de ella y le dediqué una última mirada antes de comenzar a subir escaleras arriba.

No tenía mucho que hacer, antes de venir hacia acá le pedí a Maggie que hiciera mis maletas con todas mis pertenencias. Sólo tenía que tomarlas, meterlas a mi auto y largarme.

In love with the fuckboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora