49

1K 40 1
                                    

Grayson.

Por fin, después de una semana entera postrado en esa maldita cama de hospital, el doctor decidió darme de alta.

Una puta semana sin poder hacer nada más que estar tendido esperando a qué nuevos análisis quieren hacerme y siendo constantemente inyectado con líquidos de dudosa procedencia.

—Gray, te dije que yo me encargo. Relájate un rato...,

—Ethan -Le interrumpí, enfadado -Ya deja de tratarme como si estuviera muriendo.

Le quité de las manos las llaves de mi camioneta. Le había dicho hasta el cansancio que estaba completamente en condiciones de poder manejar hasta el apartamento, pero era tan obstinado que no podía hacerlo cambiar de parecer.

—Yo sería bueno conmigo, Gray..., No te he dicho nada por destrozar mi motocicleta.

Me di un golpe mental.
Ni siquiera había tenido tiempo para pensar en ello y él tampoco había dicho nada al respecto.

Tampoco había tenido la oportunidad de ver cómo había quedado la motocicleta, pero ahora me daba cuenta que era peor de lo que habría imaginado.

—Perdón, E -Dije apenado.

Ambos subimos a la camioneta al mismo tiempo. Ethan justo a mi lado en el asiento de copiloto.

—Está bien, Gray. Es sólo una motocicleta -Dijo encogiéndose de hombros.

Actuaba como si de verdad no le importara, pero bien en el fondo sabía que en realidad sí le importaba y mucho.

—¿No tiene arreglo? -Pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

Negó con la cabeza sin mirarme directamente.

—No. Fue pérdida total..., Cuando caíste de la motocicleta, un camión la arroyó y la destrozó por completo.

—Te prometo que te compraré una nueva...,

—Basta -Me detuvo -Grayson, estuviste a punto de morir. La motocicleta es lo que menos me importaba e importa. Sólo quiero que te mejores.

Lo miré una última vez, agradecido de tener un hermano como él.

No solíamos demostrarnos nuestro afecto muy seguido de ninguna manera, pero habían veces en las que era imposible.

—Te quiero, hermano -Le dije ofreciéndole una media sonrisa.

—Yo también, Gray. No sé qué hubiera hecho si de verdad te hubieras ido...,

—Pero aquí estoy -Le dije intentando amenizar las cosas -Y aquí estaré hasta que te canses de mí.

Puso los ojos en blanco y sonrió viendo hacia su regazo.

Suspiré en un intento de relajar mi cuerpo antes de encender el auto y arrancar.

No importaba cómo lo hiciera, le devolvería su motocicleta.

El hospital quedaba bastante lejos del apartamento. Casi una hora de camino.
Y aún así, no había día en el cual Ethan o Lena faltaran de visitarme.

En cuanto salían de la escuela, iban casi corriendo hasta el hospital, incluso cuando les decía que no era necesario.

Finalmente mi vida había dejado de estar de cabeza.

Y lo más gracioso es que tuve que accidentarme para volver a la normalidad.

—¿Qué hora es? -Le pregunté al notar que ya estábamos cerca de la escuela -Tal vez pueda recoger a Lena.

In love with the fuckboy Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt