32

1.6K 47 5
                                    

Trece días antes.

Lena.

A veces me ponía a pensar bien sobre todo lo que había pasado en mi vida antes de que Grayson llegara.
Más bien, lo que no habría pasado.

Recapitulaba todo lo que sucedió, y me hacía sentir diminuta.

Me ayudó a enfrentar mis problemas sociales, ya no me apenaba estar cerca de una gran multitud ni me daba ansiedad decir lo que pensaba al no estar de acuerdo en algo.

Me dio fuerza para poder imponerme frente a mi madre, a la basura de Robert, y a su estúpida hijita Rebeca.

Gracias a ello, mi madre parecía valorarme más, hasta el punto de tener la necesidad de abrazarme el día de su cumpleaños cuando normalmente me ignoraría por completo.

Y lo más importante...,
Ahora podía hablar sobre mi padre sin una pizca de pena, podía pensar y hablar de él sabiendo que no tenía por qué estar triste o molesta, sino feliz.

Grayson era como el empujón que siempre necesité para poder salir del agujero oscuro que me consumía, el cual había dejado desde el día que nos besamos por primera vez.

Ese día fue el inicio de mi nueva y mejorada vida.

Y no tenía planes de cambiarla por nada del mundo.

—Me diste un buen susto, preciosa.

De repente sentí como mi cintura era envuelta por dos grandes y musculosos brazos desnudos.

Estaba recargada sobre el barandal del balcón de la habitación, solamente observando la maravillosa vista que teníamos de la playa.

—¿Por qué? -Pregunté extrañada, poniendo mis manos sobre sus brazos.

—Desperté y no te vi a mi lado..., Creí que todo había sido un sueño.

Giré mi cuerpo sin despegarme de él para poder encararlo. Estaba hecho un desastre, pero incluso así se veía jodidamente bien.

—Se sintió como uno -Le sonreí.

—Cuando quieras lo repetimos..., Sabes que no puedo tener suficiente de ti.

Había empezado a besar a todo lo largo y ancho de mi cuello, además de mis clavículas y mis hombros.

No tenía nada encima más que mi ropa interior, hacía mucho calor y lo que menos quería era estar envuelta en tela.

—Me encantaría..., -Dije con la respiración entrecortada -Pero sólo tenemos este día para poder disfrutarlo, ya mañana tenemos que irnos.

—Creí que nos iríamos hoy mismo..., No puedo ni imaginarme lo que cuesta la noche en esta habitación. Tu tía debió perder mucho dinero.

—Eso fue lo que le dije..., Pero se comenzó a reír. Y no la culpo, ella tiene dinero a montones.

Asintió varias veces, suavemente.
Aún no podía ni siquiera abrir bien los ojos.

—Me extraña saber que teniendo todo esto a tu alcance decidiste quedarte con tu madre..., Se nota a millas de distancia que tu tía te quiere como una hija. Sé que sólo debías pedirlo una vez para que te aceptara en su casa.

—No se trata de todos los lujos que mi tía pudiera darme, Grayson..., Ya te lo había dicho.

—Ya sé que no, Lena -Soltó desesperado, mientras se alejaba de mí dándome la espalda -Pero es que has estado la mitad de tu vida aguantando tantos maltratos..., ¿Todo para qué?

Era una de las pocas cosas que nunca lograba hacerle entender.
A veces me cansaba intentar explicarle y prefería darle la razón.
Otras veces me molestaba que intentara darme una lección sobre ello porque realmente no podía entender lo que yo sentía.

In love with the fuckboy Where stories live. Discover now