Capítulo 45 - La última amenaza y el último regalo

7.1K 902 228
                                    

El Padre de Jyaden murió en el momento que su corazón latió con demasiada fuerza mientras él intentaba subir las escaleras.

Jyaden gritó el nombre de su Madre por unos segundos, ella bajó e intentó reanimarlo mientras Vee se dejó caer en la escalera y Jyaden solo sufría un ataque de pánico por la situación.

Llamé una ambulancia, pero era demasiado tarde.

Ahora, camino con un ramo de tulipanes, los favoritos del Sr. Beili. Jyaden camina a mi lado con unos lentes negros cubriendo sus ojos y Vee va junto a su Madre, ella ha llorado tanto que ahora creo que su cuerpo no resiste ni tampoco tiene la fuerza suficiente para volver a llorar.

Un pastor con túnica blanca hace una pequeña misa, la Madre de Jya y Vee dice unas palabras.

De pronto hay un momento donde cada uno puede acercarse a donde está él, algunas personas hacen fila y yo trato de alejarme, pero luego una lágrima cae por mi mejilla y la tristeza se instala en todo mi cuerpo.

Esto es tan injusto, la vida es injusta con las personas buenas. Me acerco a él, lo miro por última vez y muerdo mi labio inferior para no llorar más, necesito ser fuerte ya que Jyaden tiene el alma destrozada y para apoyarlo debo estar bien, después a solas podré llorar todo lo que quiera.

—Mira por quien vienes a llorar —Me volteo algo sorprendido y veo a mi Padre, vestido con un terno negro y mirándome fijamente a los ojos —¿Con qué eres novio de un niño rico?

—¿Qué haces acá? —Pregunto sorprendido, susurrando para no llamar la atención —Vete.

—¿Creíste que me alejarías así de fácil? ¿Quién te crees que eres?

—Lárgate, respeta al menos este lugar.

—Me iré, pero tienes que entender Hunter que nunca voy a alejarme de ti ¿Okay? Siempre estarás cerca de mí, siempre.

—¿Ocurre alguna cosa? —Jyaden se me acerca, le mira a mi Padre y este también lo mira profundamente.

—Tranquilo —le digo —Ya se iba —agrego enfadado.

—Lo que él dijo —Mi Padre levanta sus hombros con resignación y desinterés. Rodea la mirada y luego se aleja.

—¿Qué quería? —me pregunta Jyaden.

—Molestar, eso quería —me volteo hacia él y le tomo la mano —Tranquilo, ¿Si? —Jyaden solo asiente, baja la mirada y luego lo abrazo.

El funeral continúa, pero no es mucho lo que puedo describir ya que me mantengo el resto del tiempo preocupado por Jyaden o porque exista la posibilidad de que mi Padre aún camine cerca.

Jyaden

Encuentro cruel que una hora después del funeral de mi Padre los abogados hagan la reunión para la lectura del testamento, es una falta de respeto ya que ni quiera he terminado de llorar a mi Padre y los abogados quieren darnos su dinero como si aquello fuera a importarme a mí, a mi Madre o a mi hermana. Solo queremos irnos a casa y llorar, descansar, y dormir para pensar que esto es solo una pesadilla, pero no, aquí estamos. Sentados en una mesa redonda esperando que llegue aquel abogado que realizará la lectura de los papeles de mi Padre.

Vee pasa la manga de su sudadera negra por sus ojos cada cincuenta segundos, estoy seguro que trata de evitar de seguir llorando y guarda aquellas lágrimas para más tarde.

De pronto la puerta del salón donde estamos se abre y el abogado llega junto a otros dos hombres de terno que lo acompañan. Saluda con respeto y toman asiento, dicen que debemos esperar a que dos amigos de mi Padre lleguen y rodeo la mirada agotado.

Debo SalvarteWhere stories live. Discover now