Capítulo 33 - Solíamos ser prudentes.

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Mi lapicera con tinta azul se me escapa de mis dedos, la levanto del suelo y cuando vuelvo a ver el pizarrón la profesora de inglés comienza a ponerse de pie con una carpeta amarilla.

Ella a cada uno nos empieza a entregar los exámenes, una vez que me entrega el mío y a Jyaden el de él. Jya sonríe y se me queda viendo esperando a que revise mi calificación, rodeo la mirada y presiono mis labios al ver que no es lo que esperaba.

—¿Y?

—Tengo un 5 —digo con un murmullo.

—¡Hey! Eso es bueno ¿No?

—No —digo malhumorado —Necesitaba tener al menos arriba de 8 para que mi promedio comience a subir.

—Aún quedan dos exámenes, Hunter; Podemos hacerlo.

—Por lo que veo tendré que tener un 9 en los siguientes exámenes —Si no lo hago, puedo despedirme de mi deseo de tener una beca universitaria.

Mis pensamientos se esfuman cuando el timbre para salir de clases suena, lanzo mis cosas a mi mochila y en silencio camino por los pasillos. Pasamos con Jyaden por el casillero de Alexandre para irnos juntos, entonces lo vemos guardando sus cosas y hablando por teléfono. Él niega mientras pone la mirada en blanco...

—¡De acuerdo! —Dice él algo cabreado —No voy a decirle nada, tranquilo —Presiono mis labios con algo de diversión y aparezco de la nada frente a él. Alex se despide de la persona con quien hablaba y guarda su teléfono en su bolsillo.

—¿Pasa algo?

—No —dice él fingiendo normalidad.

—¿Con quién hablabas? —le pregunta Jyaden mientras empezamos a caminar hacia la salida del Colegio.

—Con Papá —está mintiendo, sé cuando está mintiendo —¿Por qué son tan curiosos? Dejen mi vida en paz ¿No? —él ríe.

—Tu vida es demasiado interesante para dejarla —responde Jyaden —De todos modos, ¿Quién viene a mi casa hoy?

—Yo no —digo riendo —Mi habitación es un desastre y necesito ordenar mis cosas.

—Yo tengo que ir por mi hermano —Alex levanta los hombros con resignación —¿Quizás mañana?

—De acuerdo —finaliza Jyaden. El rubio usa su amabilidad y nos dice que nos lleva a casa, Alex agradece el gesto pero prefiere caminar un poco; yo me despido de mi amigo pero me voy con Jyaden ya que el estrés que me provocó no haber tenido la calificación que esperaba en el examen de inglés me agotó completamente.

Jyaden conduce a toda velocidad por el camino largo, miro por la ventana y el viento hace que se me desordene el cabello. Una vez que veo aparecer mi casa, empiezo a prepararme para bajarme, Jyaden detiene su auto y yo me le acerco, le beso la mejilla y le sonrío de forma pequeña.

—Gracias por traerme, ¿Nos vemos mañana?

—Claro, precioso —Jyaden también me besa la mejilla y luego de eso abro la puerta del auto. Le guiño un ojo antes de voltearme y empiezo a caminar hacia la entrada de mi casa.

Mi Padre no está y eso es algo bueno, lanzo mi mochila a mi cama y tomo la escoba que estaba en el jardín, limpio y ordeno completamente toda la casa. Entro al cuarto de Papá y solo le quito el polvo a la habitación ya que si descubre que he movido o tocado algo, seguro se enfadará más de lo que normalmente está.

Una vez que finalizo, la hermosa hora de beberme un café llega a mí. Pongo a hervir agua y mientras busco el tarrito con café en polvo; alguien golpea la puerta. Entrecierro la mirada con algo de incomodidad, me acerco y abro la puerta.

Debo SalvarteWhere stories live. Discover now