Capítulo 2: Estás siendo un problema muy grande

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Viernes por la tarde, cuando todo el mundo está descansando en sus casas para salir en la noche, para beber hasta perder el conocimiento, para fumar lo suficientemente hasta que los pulmones digan basta y no los escuches

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Viernes por la tarde, cuando todo el mundo está descansando en sus casas para salir en la noche, para beber hasta perder el conocimiento, para fumar lo suficientemente hasta que los pulmones digan basta y no los escuches. Viernes por la tarde: todos haciendo cosas personales y yo aquí, entre las cuatro paredes de la cocina de los Beili, limpiando los muebles por tercera vez esta semana.

Me muerdo mi labio inferior por un momento mientras dejo que el agua del lavaplatos se deslice por mis dedos para tratar de sacar el polvo que ha quedado. Respiro profundamente para luego escuchar mi nombre.

—Hunter —abro mis ojos y me volteo hacia el jardinero —¿Crees poder ayudarme con algo en el jardín?

—Claro, un momento —dejo las cosas que estaba usando ordenadas y camino en dirección al jardín, me acerco hacia el jardinero que tiene unos 53 años de edad (y 23 trabajando con los Beili), escucho lo que necesita y asiento lentamente.

—...Creo que algo anda mal con el sistema de riego de los aspersores —dice él algo molesto —Voy a revisar el sistema, pero necesito que me grites si sale agua o no ¿De acuerdo?

—Entiendo, me quedo aquí y le grito —Él sonríe y sale corriendo del jardín, tomo asiento a un lado del aspersor y espero a que el jardinero haga lo que tenga que hacer.

—¿Ha salido agua? —grita él desde el interior de la casa.

—No —le respondo con otro grito, él no responde.

—¿Qué estás haciendo? —Veenus se me acerca lentamente, ella deja el libro que estaba leyendo en la silla blanca para tomar algo de sol y camina en mi dirección.

—Algo anda mal con los aspersores —le digo.

—He visto al jardinero correr toda la tarde tratando de que estas cosas funcionen —dice ella riendo de forma amable.

—¿Y ahora? —grita el jardinero nuevamente, estoy por decirle que no hasta el momento que el aspersor que está a mi lado explota y sale una bomba de agua hacia donde estoy.

—¡Detenlo Francis! —le grita Veenus al jardinero.

—¿Ha salido agua?

—¡Se ha salido el océano entero, detenlo ya! —Francis tarda unos cinco o seis segundos en cerrar el agua. Abro mis ojos y estoy completamente empapado. Veenus se me acerca y toca mi mejilla con su palma.

—Dios Hunter ¿Estás bien?

—Solo... solo es agua —digo muriéndome de frío mientras que las nubes en el cielo no me ayudan mucho a atrapar calor.

—Déjame ir a mi cuarto, tengo algo que puede servirte...

—Veenus está todo bien ¿Si? Solo... solo...

—No puedes quedarte así ¿De acuerdo? Déjame traigo ropa —Veenus sale corriendo, me pongo de pie lentamente ya que el jeans se me ha quedado pegado a las piernas, la remera color café que llevo puesta está tatuada en mi pecho y mi cabello no deja de soltar gotitas de agua dulce en mi húmedo rostro.

Debo SalvarteWhere stories live. Discover now