Debo Salvarte

Capítulo 37 - Tengo una idea

Alex

Camino lentamente por la acera de la calle mientras mantengo mis audífonos en mi mano, giro despacio mi rostro y Charlie de forma pensativa camina a mi lado.

—Aún no entiendo por qué te quedas estudiando en la biblioteca del Colegio.

—Ya te lo dije —le digo riendo —El internet es mejor allí que en mi casa.

—¿Seguro que no te quedas bajando música?

—¿Yo? —pregunto fingiendo indignación —... Algunas veces —Charlie ríe.

—Si es por eso, entonces ve a mi casa; El internet del edificio es excelente.

—Lo pensaré —Le guiño el ojo a Charlie y este sonríe de forma divertida, nos acercamos a mi casa y Charlie decide ponerse detrás de mí para comenzar a hacerme cosquillas. Le grito que se detenga pero eso solo lo hace acelerar.

—¿Vas a ir a mi casa o no? —pregunta él de forma amenazante.

—¡De acuerdo! Lo juro, ahora suéltame —Charlie me suelta mientras muere de risa y en ese momento aparece mi Padre y empieza a caminar hacia la entrada de la casa, justo donde estamos nosotros.

Me pongo algo tenso y siento que Charlie de inmediato sabe que aquel hombre es mi Padre por el parecido que tenemos ambos.

Papá sostiene con su mano derecha una bolsa con compras del supermercado y con la otra mano busca las llaves de la casa en su chaqueta. Una vez que se nos acerca, él levanta la mirada y sonríe de forma cálida.

—Hola —dice él, Papá deja de buscar las llaves y le tiende la mano a Charlie, este último sonríe con mucho orgullo y le estrecha la mano con fuerza.

—Buenas —dice él.

—¿Amigo de Alexandre?

—Emm... —balbucea Charlie, me mira y levanto los hombros con despreocupación —Algo así.

—¿Amigos o no? —pregunta sonrojando.

—Bueno, intento que no seamos tan amigos, si no algo más —Charlie rodea la mirada y eso hace reír a mi Padre.

—¿Eres el chico que cuidó a Alexandre aquel día que...?

—Si —interrumpe Charlie —Durmió en mi casa.

—Emm Papá —digo de forma incómoda.

—Bueno, supongo que debería decirte que agradezco mucho el gesto y me gustaría invitarte a cenar —Abro mi boca algo sorprendido y Charlie me mira tratando de que yo responda por él —Vamos a hacer pizza.

—Okay, sería un placer —Charlie sonríe por última vez y Papá abre la puerta de la casa, me muerdo mi labio inferior sintiéndome un poco tenso pero Papá está siendo más amable de lo que esperaba, así que por ahora empiezo a sentirme un poco más calmado.

Mi hermano pequeño sale de su cuarto con un comic viejo en su mano, toma asiento en el sofá del comedor y al levantar la mirada se da cuenta de que hay alguien que no conoce en casa.

—Hola —le dice Charlie, acercándose —¿Cómo te llamas?

—Darrel ¿Y tú?

—Soy Charlie.

—¿Eres amigo de Alex?

—¿Esa es la pregunta de la noche o qué? —Digo con sarcasmo mientras lanzo mi mochila al sofá y Papá empieza a sacar las cosas de la bolsa para preparar la cena.

—¡Ya sé quién eres! —Sonríe Darrel mientras entro en pánico —Alex tiene una foto tuya en su teléfono.

—¿Cuántas veces te he dicho que no revises mi móvil? —lo regaño, Darrel hace una mueca de desinterés y Charlie gira su mirada hacia mí.