Capítulo 10: Solicitud de amistad

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Normalmente mi rutina era lo que poco a poco me iba matando. Hace un par de semanas lo único que hacía era caminar a solas por los pasillos del Colegio, luego caminar nuevamente a solas a mi casa y permanecer allí sin compañía hasta dormirme. Luego aquello se repetía una y otra vez, dejando de lado obviamente mis horas de trabajo las cuales no tienen importancia ya que al final del día, sigo estando... solo.

Ahora estoy tachando la primera parte de esa lista. Caminar a solas por los pasillos del Colegio. Una rutina más que se repite. Bueno, pensaba eso hasta el momento en el que tomo asiento en una de las sillas del comedor para tomar desayuno y Alexandre vuelve a ocupar la silla vacía a mi lado.

-¿Hoy en la tarde te dan los resultados de tu examen de Inglés? -Yo asiento en silencio mientras miro mi manzana con muy pocas ganas de comerla -Hunter yo... yo siento que hay algo que te molesta. ¿Soy yo? Si quieres puedo irme y no molestarte -Levanto mi mirada confundido y veo que Alexandre toma su bandeja de comida, casi listo para levantarse e irse.

-¿Qué? No, claro que no me molestas -digo -Solo me distraigo mucho en mis pensamientos, es eso.

-Pensé que era yo... -dice él riendo -Digo, después de todo por algo será que casi nadie me habla aquí -Dejo mi manzana sobre la mesa ya que oficialmente esta mañana no tengo hambre.

-¿Nadie? ¿Cómo es eso posible? ¿No eres tutor de inglés de varios acá?

-Tutor de inglés y francés -agrega él -Pero mírame, soy el chico de 16 años que habla un... ¿Un español-francés? ¿Así se le podría decir a mi tono de voz?

-Tal vez -digo con una sonrisa amable -¿Y eso qué?

-La gente en este Colegio es rara -me dice él de forma triste -Soy lo más amable posible y aún así creo que nadie quiere acercarse a mí.

-No entiendo cual es la estupidez de la gente -digo con sarcasmo -Pero... pero ya no te preocupes. Si quieres puedes desayunar y almorzar conmigo cuando quieras. De todos modos siempre estoy solo igual que tú -Alexandre suelta una risita mientras asiente y empieza a comerse unas uvas que tiene en un pequeño plato de la mesa.

-Una consulta -dice él -¿Cuál es la razón por la que tú estés solo? ¿Fobia a la compañía? -me río de la broma de Alex y él sonríe orgulloso al verme.

-Supongo que es porque yo prefiero no hablar con nadie -digo, la verdad en esa oración: es que nunca sé cómo hacer durar amistades al menos unas 7 horas, 5 días a la semana.

-Creí que eras demasiado pesado cuando me senté frente a ti la primera vez en la biblioteca -dice él mientras continua comiendo su fruta -Lo sigo creyendo, pero con menos frecuencia, además que... -Alexandre sigue bromeando conmigo hasta que Jyaden llega a la mesa y se me queda viendo, interrumpiendo lo que el francés hablaba conmigo.

-Hey, necesito que me esperes a la salida del Colegio ¿De acuerdo?

-Emm, ¿Para qué? -pregunto confundido cuando me doy cuenta de que él está recuperando su tono de voz normal luego de estar enfermo. Regresó el Jyaden pesado y engreído.

-Hablé con mi Madre, necesito ir al centro comercial a comprar cosas y alguien debe ayudarme con las bolsas y a sacar la tarjeta de mi billetera.

-Vaya -dice Alex -Que forma más desagradable de pedir favores -Alex no mira a Jyaden al hablar, pero obviamente llama la atención.

-No es un favor -dice Jyaden -Además, ¿Quién eres tú para corregirme mi tono de voz?

Debo SalvarteOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz