Capítulo 41 - Se ha llevado a Hunter

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Abro lentamente mis ojos, me los froto ya que por alguna razón me arden un poco. Sacudo mi cabello mientras intento levantarme de mi cama pero entonces un brazo que me tiene abrazado y rodeado completamente me mantiene atrapado.

Vuelvo a frotar mis ojos para ver con mayor claridad y entonces Jyaden respira con lentitud mientras permanece dormido a mi lado, dejo caer mi cabeza sobre mi almohada y me lo quedo viendo. No recuerdo mucho de lo que pasó ayer.

Sé que tomé la botella que tenía mi Padre en el comedor, me la bebí... pero de allí no recuerdo nada más. ¿Qué hace Jyaden acá? ¿Yo lo he llamado? ¿Él ha venido solo? ¡¿Dónde está mi Padre?!

— Quiero ser modelo, y quiero que Charlie triunfe como fotógrafo a mi lado.

—Quiero tener un hijo... o una hija.

—Quiero casarme.

—Quiero estudiar en la universidad, tener una beca.

—Quiero que vayamos a la misma universidad juntos —Un montón de frases se me vienen a la mente junto con un dolor de cabeza que parece como si me hubieran golpeado con un ladrillo.

No recuerdo quien dijo cada cosa, pero sé que de algo hablamos anoche. Comienzo a creer que seguramente yo le pedí que viniera... soy un asco, no debí haberlo hecho, me comporté como un estúpido y le llamo pidiendo ayuda. ¡Y más encima él viene por mí! No me merezco a Jyaden.

Suelto sin querer un estornudo y eso hace que Jyaden despierte de golpe, tiene el sueño muy débil o no estaba tan profundamente dormido como yo creí que estaba.

—Hey extraño —digo con un susurro, manteniéndome cerca de él. Jyaden sonríe de forma pequeña y me acaricia la mejilla donde tengo un moretón.

—¿Cómo has amanecido?

—Me duele un poco la cabeza —confieso —Pero estoy bien.

—La próxima que quieras beber, me llamas y te acompaño.

—Fue un error, no creo que lo vuelva a hacer —digo riendo avergonzado —además recuerdo muy poco de lo de ayer.

—¿No recuerdas lo que me dijiste?

—¿Dije alguna cosa? —empiezo a preocuparme.

—Pues... —balbucea Jyaden, él después presiona sus labios y me abraza con mucha fuerza. Me siento muy extraño ya que él solo me acaricia mi mejilla, mi cabello o parte general de mi rostro, pero no me dice que sucedió. Me mantengo bastante tenso hasta que él rompe la burbuja de silencio —Pienso que debería ser una buena idea que te quedes en mi casa conmigo algunos días.

—¿Qué? —Pregunto sorprendido —¿Y eso por qué?

—Por seguridad.

—¿Seguridad de qué Jyaden? Estoy bien, si dije alguna cosa tonta, olvídalo. Seguramente fue por el efecto del alcohol —él vuelve a acariciarme los moretones y empiezo a formarme ideas en mi mente que me vuelven loco —¿Jyaden que te dije anoche?

—Siempre voy a estar contigo ¿De acuerdo?

—Jyaden —insisto.

—Hunter —comienza —Todas estas veces que te he visto con maquillaje en el rostro, y que yo estúpidamente creí tus excusas de los granos... ¿Es por tu Padre?

Debo SalvarteWhere stories live. Discover now