Capítulo 30 - ¿No vas a ver el atardecer?

10.8K 1.1K 178
                                    

Hunter

Recorro a solas el supermercado buscando cosas que sean necesarias en mi nevera para preparar lo que es el desayuno, la cena y todo eso. Una vez que ya llevo ciertas cosas importantes, de la nada se me viene a la mente lo que Charlie me dijo la otra vez sobre Jyaden. Aquello de que al rubio le gusta ver el amanecer o el atardecer.

Muerdo mi labio inferior cuando una idea se me viene a la mente, tomo rápidamente mi teléfono y veo que tengo cerca de cuarenta minutos para preparar todo. Velozmente recorro nuevamente el supermercado y compro cositas para comer.

Una vez que ya tengo todo pagado y estoy fuera del supermercado, con mi mochila bastante llena y sosteniendo una bolsa con la mano izquierda, me esfuerzo y saco mi teléfono de mi bolsillo. Le marco a Jyaden y espero ansioso que me responda mientras camino de regreso a mi casa.

—Precioso —dice al responder.

—Jya —agrego —¿Estás muy ocupado? Necesito tu ayuda.

—¿Sucede algo? ¿Estás bien?

—Si —respondo —Es solo que necesito a ir a un lugar y quería saber si podías llevarme.

—Claro, por supuesto. ¿Paso por ti ahora?

—No, en media hora más. Te espero afuera de mi casa ¿Bien?

—Allí estaré.

—Se puntual —río.

—Siempre —él ríe, Jya me dice que me quiere y luego colgamos la llamada. Tardo un poquito en llegar a casa pero una vez que ya estoy allí, guardo todas las cosas en la nevera o en el mueble de la cocina.

Tomo lo necesario y empiezo a preparar algunos emparedados, voy dejando todo acomodado en mi mochila, dejo también dos gorros de lana ya que el aire está un poco helado y lo que el sol se vaya seguramente vamos a congelarnos. Lo último que guardo en mi mochila son dos vasos, en ese momento la puerta de mi casa se abre y mi Padre aparece frente a mis ojos.

—¿Ya tienes la comida lista?

—No hay nada —digo con desinterés y despreocupación a su pregunta —Pero he comprado cosas, si quieres te preparas algo. Yo debo salir urgente ahora.

—¿Estás saliendo y ni siquiera me dejas la cena lista? —pregunta él algo indignado.

—¿Pero cómo iba a saber yo que aparecerías en casa? No voy a estar cocinando comida para luego lanzarla a la basura.

—Hunter, bájame el tono de voz ¿Entiendes?

—Ni siquiera estoy hablando fuerte —rodeo la mirada y entonces mi Padre muy enfadado se me acerca y trata de tomarme de la remera. Le tomo las manos y lo miro justo en sus penetrantes ojos —No me toques, ¿Vas a golpearme después de que te levanté todo muerto del callejón el otro día?

—¿Vas a refregármelo en la cara ahora?

—No, pero sería injusto que me golpearas cuando resulta que en este mundo solo yo me preocupo por ti —Tomo mi mochila y paso por su lado, mi teléfono comienza a sonar y es obvio que Jyaden ya debe estarme esperando —Nos vemos.

Salgo de casa, cierro la puerta y me apresuro en llegar hacia el auto de Jya. Una vez arriba él empieza a conducir y me pregunta que a donde vamos. Le digo que necesito ir a la entrada de la ciudad, él me mira confundido pero yo solo finjo que es muy importante y él me lleva a donde yo quiero.

Las pulseras de metal que lleva Jyaden en su muñeca suenan cuando una choca con la otra en el momento que él mueve sus brazos al conducir, aquello me hipnotiza por un momento y luego mis ojos suben hasta su rostro, admiro sus labios, su mirada y en especial el desastroso cabello rubio que cada vez se instala más en mis sueños.

Debo SalvarteWhere stories live. Discover now