98- Escorpio x Piscis

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   Escorpio y Piscis se conocieron en su primer año de universidad, y desde el primer día captaron la atención del otro

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   Escorpio y Piscis se conocieron en su primer año de universidad, y desde el primer día captaron la atención del otro. El estudiaba derecho y ella psicología. Cancer, la mejor amiga de él y compañera de ella, los presentó en su fiesta de cumpleaños. Al principio, ella le tenía algo de miedo, ya que él no sonreía mucho y parecía amenazante, pero, con el tiempo, ella aprendió a confiar en él. Para fin de año, ya estaban juntos, y eran una de las parejas más tiernas que podría existir. Casi no tuvieron problemas hasta que comenzó el verano. 

   El mejor amigo de Piscis, Virgo, iba a la universidad en otra ciudad y había aprovechado las vacaciones de verano para volver con su familia, y de paso ver a Piscis. Se conocían desde que tenían memoria, y habían sido prácticamente inseparables. Fue algo difícil para los dos que él se fuera a estudiar lejos. 

   Desde que Virgo volvió, la pisciana comenzó a pasar mucho tiempo con él, y esto no le gustó nada al escorpión. No era como si ella lo ignorara, ya que seguían viéndose y saliendo, pero eso no hacía que Escorpio estuviera menos celoso. 

   Aquel día, Piscis estaba en el departamento de Escorpio. Los dos estaban en el sillón viendo "Game of Thrones". El la abrazaba y ella apoyaba su cabeza en el hombro de él. Ambos estaban muy cómodos, y él no tenía intención de moverse hasta la noche. Pero Piscis tenía otros planes. 

–¿Que hora es? –preguntó, girando hacia él. 

   Escorpio miró su reloj. 

–Cinco y media ¿Por?

–Tengo que estar en la casa de Virgo a las seis, le voy a enseñar a hacer galletas –explicó. –Ya debería irme...

   Ella intentó levantarse, pero él no se lo permitió. No quería que ella se fuera, y menos si era para ver a Virgo. 

–¿Que tengo que hacer para que pases el día conmigo en vez de con él?

–Cuando empiece el año vamos a pasar todo el día juntos. 

–Si. Estudiando. –dijo él, alzando una ceja. 

    Piscis estaba a punto de decir algo, cuando su celular sonó. Era Virgo. Escorpio la soltó para que ella se levantara a contestar, pero era más que obvio que estaba molesto. Ella se alejó para poder hablar tranquila. 

   Unos minutos después, volvió a la sala. 

–¿Que quería? –preguntó él.

–Solo me preguntó si quería ir a cenar con él...

–¿Y que le dijiste?

–Que sí...

   A ella le asustó un poco la forma en la que lo miró. Desde que habían comenzado a salir, él siempre la miraba con cariño y ternura, no veía esa mirada fría y calculadora desde el día en el que se conocieron. 

–Está bien. –dijo él, sin mirarla a los ojos. 

   Pero Piscis sabía que no estaba bien. Sabía que él no estaba contento, y no estaba haciendo ningún esfuerzo por ocultarlo. 

–Deberías irte o se te va a hacer tarde. 

   A ella le dolió que la echara, pero de todas formas agarró sus cosas y se fue, tratando de convencerse de que Escorpio estaría bien al día siguiente, que olvidaría todo y se calmaría. 

   Esa noche, tal como había prometido, Piscis estaba cenando con Virgo en el restaurante de la familia de él. Era un lugar bastante elegante. Las copas tenían delicados detalles dorados, pequeñas luces colgaban del techo, dando una iluminación leve y amarillenta que daba una atmósfera más bien romántica. Música suave sonaba de fondo, lo suficientemente fuerte como para llenar los silencios incómodos, pero lo suficientemente baja como para poder hablar sin tener que gritar. Pero poco y nada le había importado esto a la pisciana, quien, en otras circunstancias, habría estado fascinada, admirando cada detalle. 

   Virgo intentó levantarle el ánimo a su amiga, pero fue en vano. Ella seguía pensando en su novio. No entendía porqué se había alterado de esa manera. Sentía que algo le faltaban, como si no tuviera toda la información, como si estuviera olvidando algo. 

   Sintió como si le hubieran tirado un balde de agua fría cuando vio a Escorpio entrar al restaurante, seguido por sus padres y su hermana mayor. La cena. Lo había olvidado completamente. 

   Hacía dos semanas, Escorpio la había invitado a cenar con su familia para que los conociera. Y a ella se le había olvidado. Eso explicaba el enojo de él cuando ella le anunció que había quedado con Acuario. 

   Observó la mesa donde estaba su novio hasta que él se levantó y se dirigió hacia la puerta. Ella se apresuró a seguirlo, sin molestarse en avisarle a Virgo a donde iba. 

   Al salir, lo encontró sentado en un banco que había afuera, con la cabeza gacha. Piscis se sentó a su lado. No sabía que decirle. Se sentía muy culpable. Debería haberlo recordado, sabía lo importante que era para él. 

–Los siento... –murmuró, abrazándolo. –Se me olvidó, sabes lo colgada que soy.

   El tardó un poco en responder, preocupándola. 

–Nunca les presenté una chica a mis padres. Nunca hubo nadie tan importante. –dijo él –Se alegraron mucho cuando les dije que quería que te conocieran. Mi hermana canceló una salida con sus amigas para poder venir. Se decepcionaron mucho cuando les dije que no podrías venir solo tres horas antes de la cena. Pero ya no importa. Volver con Virgo, ya que es tan importante para vos. 

   Piscis notó que seguía sin mirarla a los ojos, cosa rara en él. Escorpio tendía a observar a las personas con tal intensidad que parecía que estaba vendo directamente a su alma. Pero, en ese momento, estaba encorvado, con la mirada clavada en el piso. 

–¿No queres que me quede a cenar con ustedes? –preguntó ella suavemente. 

   Al fin, Escorpio alzó la cabeza y la miró con el mismo nivel de intensidad con en el que la había mirado cuando ella había hablado con Acuario por teléfono, pero esta vez había algo más. Dolor. Estaba herido. De verdad pensaba que ella podría preferir a Acuario. 

–¿Vos querés quedarte?

   Ella asintió levemente. Seguía estando nerviosa, pero se tranquilizó cuando vio el destello de ternura en los ojos de él. Todo había vuelto a la normalidad. 

   Piscis besó la mejilla de Escorpio, antes de preguntar;

–¿Vamos?

   El asintió y se levantaron del banco. El chico la tomó de la cintura y volvieron a entrar al restaurante. Y, en ese momento, ella cayó en que estaba a punto de conocer a los padres de Escorpio ¿Y si la odiaban? ¿Y si les prohibían estar juntos? ¿Y si lo obligaban a cambiarse de universidad? 

–Tranquila –susurró él, como si pudiera leerle la mente –Te van a amar. 



Este capítulo es para @Estefi143 espero que te haya gustado 💙

One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)Where stories live. Discover now