87- Géminis x Virgo

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   Virgo y Géminis llevaban tres años de novios, pero últimamente no tenían mucho tiempo para verse, ya que habían comenzado la universidad y pasaban la mayor parte del tiempo estudiando

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   Virgo y Géminis llevaban tres años de novios, pero últimamente no tenían mucho tiempo para verse, ya que habían comenzado la universidad y pasaban la mayor parte del tiempo estudiando. 

   Solo se veían los fines de semana, cuando ella se quedaba en el departamento del chico para cenar y después pasaba la noche allí. Pero seguía sin ser suficiente, ya que no se despertaban temprano y ella se iba después de almorzar. Y Casi nunca salían a otros lugares, por lo general solo pedían pizza y veían una película. 

   Por eso, Virgo pasó semanas planeando algo para los dos. Aquel sábado por la mañana, condujo hacia la casa de Géminis. Estaba muy nervioso, no sabía si ella aceptaría, pero ya no había vuelta atrás. 

–Agarra ropa para el resto del fin de semana –fue lo único que le dijo, cuando ella abrió la puerta –Te tengo una sorpresa.

   Ella no preguntó nada. Diez minutos después, ya estaba en el auto. No tenía idea de a donde estaban yendo, pero estaba muy emocionada. Nunca se había ido de viaje sola con Virgo, y él no solía hacer ese tipo de cosas tan de la nada. 

–¿No me vas a decir a donde vamos? –preguntó ella, cuando ya llevaban una hora en el auto. 

   El negó con la cabeza. 

–Ya falta poco. 

    Géminis pasó el resto del viaje pasando las canciones e intentando adivinar a donde iban, pero él solo sonreía y le decía que era una sorpresa. 

   Media hora después, pararon en la cabaña de la familia de Virgo, que estaba frente a la playa. El virginiano sonrió al ver lo feliz que estaba Géminis al entender donde estaban. Parecía que había esperado una eternidad para que llegara ese fin de semana largo para poder sorprenderla. 

–Pensé que sería lindo quedarnos acá por el... –empezó a decir él, pero ella lo interrumpió besándolo rápidamente. Virgo sonrió. 

   Los dos bajaron del auto con sus cosas y entraron a la cabaña. No era muy grande, ya que solo tenía un piso y la sala de estar, el comedor y La Cocina estaban en la misma habitación, pero para dos personas estaba perfectamente bien. Dejaron sus cosas en el único dormitorio y fueron hacia la sala de estar.

   Virgo se dejó caer en el sillón, mientras ella iba a buscarse un vaso con jugo a La Cocina? Cuando Géminis tuvo su bebida, se sentó sobre el regazo de su novio y lo abrazó. Hacía tiempo que no estaba tan tranquila.

–¿Pedimos algo para almorzar? –propuso ella. 

   El había pensado que podrían intentar cocinar juntos, pero después recordó que no sabía ni como preparar una ensalada sin quemar todo, así que pidieron pizza. Era la primera vez que estaban tan relajados. Por lo general, él vivía pensando en lo que tenía que hacer, y ella recordando cosas a último minuto. 

   Después de comer, salieron a caminar un poco por la playa. Era un día precioso, había sol y hacía calor, pero no era sofocante. Lo único algo molesto era la cantidad de personas que había por todos lados, pero tenía sentido considerando que era un fin de semana largo y el buen clima. 

–¿Géminis? –preguntó una voz a sus espaldas.

   Ambos giraron para encontrarse con un chico alto y rubio que Virgo nunca había visto en su vida. Ella tardó unos segundos en notar que era Leo, un chico que había conocido en esa misma playa el verano pasado, mientras estaba de vacaciones con su familia.

–¡Leo!

   Los dos amigos se quedaron hablando y poniéndose al día. Tenían mucho que contarse. Mientras tanto, Virgo se quedó esperando a que terminaran de charlar, pero no parecían quedarse sin temas de conversación. 

–Estoy haciendo un curso de fotografía –comentó él.

–¿En serio? –preguntó ella, interesada. 

–Si –dijo Leo –Si querés te puedo sacar algunas fotos ahora. 

   Géminis aceptó, emocionada. Al novio de la chica no le gustó mucho la idea, pero no dijo nada, ya que ella parecía feliz. Pero esa molestia empezó a crecer cuando comenzó a hacerse de noche y ellos dos seguían con la sesión de fotos. 

–Deberíamos volver a la cabaña... –dijo Virgo. 

–En un rato –dijo el signo del aire, posando. 

    Cuando se cansó de esperar, el virginiano decidió volver solo. Estaba enojado. Se había esforzado mucho por preparar todo eso para los dos, y ella prefería pasar toda la tarde con una persona que a penas conocía. 

    Al llegar, subió a la terraza (que Géminis no había visto todavía) y tiró las flores que había comprado por el balcón. Apagó las velas que iluminaban la mesa en la que se supone que cenarían. Había preparado todo eso para nada. 

    Ella tardó un poco en notar que su novio ya no estaba, pero cuando se dio cuenta se despidió rápidamente de Leo y corrió hacia la cabaña. No entendía por qué se había ido, ella le había prometido que volverían juntos en un rato, y él la había dejado ahí. 

   Cuando estaba por entrar, notó que habían flores destrozadas por todos lados. Algo extrañada, entró a la cabaña y comenzó a buscar a Virgo. Lo encontró en La Cocina, comiendo lo que había quedado de pizza. 

–¿Por qué te fuiste? –preguntó ella. 

–Porque quise. –respondió él frío –Ademas, ustedes dos estaban muy entretenidos. 

–¿En serio te vas a poner celoso por eso? Leo es solo un amigo. 

   Ella sonaba molesta, y eso lo volvió loco. Ella no era la que había estado cinco horas sin hacer nada. Ella no era la que había pasado semanas planeando ese viaje para que la ignoraran la mitad. Ella no era la que tenía que estar enojada. 

–Amigo o no, de todas formas me ignoraste toda la tarde –dijo él –¡Una vez que viajamos juntos! ¡Una vez que tenemos un fin de semana libre para estar tranquilos! ¡Solo una vez y preferís esta con alguien que a penas conoces! ¿Como querés que me ponga? 

–Estas exagerando. 

–No sé ni por qué intento explicarte –murmuró él, negando con la cabeza, para después ir hacia la habitación. 

   Géminis se quedó unos segundos ahí, pensando en todo lo que acababa de pasar. No peleaba mucho con Virgo, pero estaba segura de que nunca lo había visto así. Parecía cansado, como si se hubiera cansado de intentar hacer que las cosas entre ellos funcionen a pesar de todo lo que tenían que hacer.

   Virgo estaba por dormirse, cuando siente que alguien lo abraza por la espalda. Géminis. 

–Todavía nos queda el resto del fin de semana –susurró ella suavemente –No enojes conmigo...

    El sabía lo que ella estaba haciendo. Sabía que lo estaba intentando convencer de perdonarla sin que ella tuviera que pedir disculpas directamente, y no quería caer, pero una parte de él sabía que lo lamentaría mucho si no aprovechaba ese viaje para pasar tiempo con ella. Se dio vuelta y la abrazó.

Este capítulo es para @AleGoncalves2 espero que te haya gustado 💙

One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora