c a p í t u l o ( 13 ): Como se enfermo Mikasa

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Capítulo 13: Como se enfermo Mikasa.

«Genial, tengo la mejor suerte» pensó sarcástica Mikasa, pues era la última en salir de la empresa a altas horas de la noche y justo había empezado a llover de manera fuerte. No tuvo de otra que recostarse en unas de las columnas de la fachada que había antes de la entrada y esperar a que la lluvia pare un poco y así poder ir rápido a su casa para descansar en la comodidad de su cama.

Ya de por sí su día había sido malo, pues además de tener que cruzarse con Levi, trabajos que hizo se borraron teniendo que comenzar de cero, Petra y Sasha no habían estado para acompañarla y luego tener que quedarse hasta tarde para volver a terminarlos. Se sentía cansada, sumándole el estrés, sus cólicos menstruales y con la sensación de que la resaca que conservaba del domingo a consecuencia de haber tomado el sábado no se iba, sentía que la parca estaba detrás suya para tomar su alma en cualquier momento.

El sonido de la lluvia la relajo en su espera pero la presencia de alguien la sobresaltó.

-¿Qué haces aún aquí?- se oyó la voz ronca de la persona que menos quería ver acompañado de la lluvia que chocaba en los techos y pisos y del sonido de las hojas de los árboles que eran azotados por el viento.

-Lo mismo me preguntó.- respondió seca y sin ganas. «Lo que me faltaba» si en verdad tenía que ser un mal día, Levi tendría que estar presente mínimo una vez.

-No te interesa, deberías regresar a tu casa.- opinó él.

-¿Cree usted que podré irme con esta lluvia? No soy un enanito como tú para esconderme bajo una roca.- dijo cruzándose de brazos y arrugando más el entrecejo. Él ignoro su comparación por estar rebuscando en su maletín.

-Tch.- fue lo único que emitió de sus labios para luego extenderle un pequeño paraguas negro que había sacado del maletín. Mikasa lo mira de arriba a abajo y aún así está confundida de su acción.

-¿Qué?- fue lo único que salió de sus labios levemente rosados.

-Mira mocosa, me caes mal y no te soportó pero será mejor que te vayas a tu casa antes de que empeore la tormenta y que pesques un terrible resfriado.- habló aún con su cara de malhumorado y su tono seco y ronco. Movió levemente el paraguas hacia adelante para que acepte, seguramente se arrepentiría de esto si Mikasa no aceptaba rápido.

Ella le aceptó el paraguas dudando y cuándo ya lo tuvo entre sus manos, vió como Levi se sacaba su saco para luego sostenerlo sobre su cabeza.

-Luego nos las pagarás, a mí y al saco.- dijo para después dirigirle una mirada antes de salir corriendo al estacionamiento.

Mikasa se quedó congelada, sus únicos movimientos era su pecho aspirando y exhalando el aire y sus cabellos volando al ritmo del viento. Dirigió una de sus manos a su mejilla al sentirla caliente, y sí, se había sonrojado sin sentido (o eso creía ella).

Sacudió su cabeza varías veces para ignorar todos sus pensamientos en ese momento, luego de abrir el paraguas, y emprendió viaje a su casa.








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