c a p í t u l o ( 9 ): La noche del sábado: segunda parte

2.7K 403 129
                                    


Capítulo 9: La noche del sábado: segunda parte

Toda acción tiene una reacción y toda decisión tiene una explicación, ¿Eso dicen? ¿Nadie? Pues entonces no se sabía cómo era que el grupo de amigos de Mikasa y el de Levi habían terminado en una discoteca que lo único que pasaban eran canciones sentimentales en español.

3:07 de la mañana, la mayoría de ambos grupos parecían zombies recién desterrados de sus tumbas, pero Levi y Mikasa parecían que habían ingerido todo tipo de drogas sin tener consecuencias de estas. Locos y ridículos, era la manera en la que la gente a su alrededor podía describir de la pareja de azabaches que bailaba y que en si los pasos eran dirigidos por la menor pero más alta de ambos.

Armin e Historia, quienes no eran gran consumidores de bebidas alcohólicas, veían preocupados y asustados a la pareja de azabaches que cantaban en un mal español. ¿Qué se suponía que harían con ellos en la mañana? ¿Contarles la verdad o dejar que ellos la descubran?

—Es preocupante... Mikasa sería capaz de llegar a matarse de la vergüenza si se entera de esto.— Ambos observaban a los dos compañeros de trabajo desde un sillón de unas de las esquinas del lugar. Eren, Connie, Jean y Sasha empezaron a jugar con unas cartas Uno (vaya a saber de dónde las consiguieron siendo adultos y en una discoteca) de manera incorrecta mientras cantaban.

—Para mí sería mejor decirle la verdad.— Sugiere la mujercita mientras sigue con la mirada las acciones de su amiga morena.

—Para mí también, aunque tendrá consecuencias...— Ambos quedaron pensativos ante lo que dijo el rubio, intentando buscar una alternativa para no conllevar a sus amigos a ese resultado. Unos dos minutos bastaron en los que Hisu miró de repente a Eren y se le ocurrió algo.

—¿¡Y sí le preguntamos a Eren en la mañana que podríamos hacer!?— pregunta emocionada la rubia, viéndose extremadamente tierna como si tuviera devuelta 14 años.

—Oh no, Eren toma muy malas decisiones si se trata de ayudar a Mikasa o cualquier otra persona— advierte Armin aterrado de que las consecuencias podrían aumentar si Eren les da un consejo.

—Oh vamos, no puede ser tan malo— habló despreocupada ella, Armin la vió confundido. Historia suspiro—. Pero piénsalo, Eren convivió y convive mucho tiempo con Mikasa, el sabrá que podríamos a hacer.

—No sé... Sí no es buena idea, entonces no.

Mientras los rubios debatían su solución ante la situación, los azabaches estaban sentados en el suelo, estirados, alejados de la multitud y mirando el techo.

—¿Sabes porque nos amamos?— pregunta Mikasa con un sonrojo en sus mejillas, causa de la borrachera que llevaba, y mirando el techo como si fuera algo nuevo.

—Porque... Si.— responde no muy consciente de la pregunta ni de su respuesta, está sonrojado, por lo cual es índice de que está borracho pero no tanto como Mikasa aunque hacía lo mismo que ella. Ambos empiezan a reírse a carcajadas de la respuesta del moreno.

Mientras tanto, a su lado, sentados en una mesa, Erwin y Hange observaban a los dos alcoholizados. La castaña los filma con la cámara de su celular y el rubio solo puede observar a su amiga hacer lo que hacia.

—Hange, es mejor que nos vayamos.— sugirió Erwin mientras le toca el hombro con una mano para que se detenga. Cuando nota que las manos de Levi se dirigen por debajo de la chaqueta de cuero de Mikasa. «Eso si que no» Era mejor detenerlo ahora antes de que Levi pudiese llegar a tener relaciones sin protección con la chica por culpa de su ebriedad y poder llegar a un posible embarazo.

— Dejame capturar esta humillación.— dice en broma pero lo único que provoca es un pellizco en su cuello por parte de Nanaba.— ¡Auch! ¡Ah! Está bien.

El grupo de Levi se levantó para hablar con el grupo de Mikasa, cuando explicaron la posibilidad de un embarazo, llegaron a alterar a todos y que vayan rápidamente hacia su amiga para "protegerla" del pequeño "pervertido" de su jefe. Mike cargó como bolsa de papas a un Levi dormido y Eren cargó a Mikasa en su espalda a pesar de que ella era más pesada que él.

—¡Estás buenísima, mocosa!— se oyó un grito a una distancia considerable cuando el grupo de la morena se estaba yendo. Algún pacto con el diablo pudo hacer que Mikasa escuché el grito de Levi a lo lejano aún estando borracha.

—¡Tú también, enano!— le respondió de la misma manera y a los segundos terminó desmayada.








Gracias por leer!💗

SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora