c a p í t u l o ( 12 ): Mikasa se enferma

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Capítulo 12: Mikasa se enferma

Me sigo preguntando, ¿Qué hago aquí?— habló Levi mientras sacabas las llaves del auto y miraba a su prima que terminaba de sacarse el cinturón de seguridad y agarrar un tapper de comida deliciosa hecha por ella.

—Vamos Levi, aceptaste llevarme hasta aquí, sería bueno que la visites.— respondió sonriente mientras

—Si claro, visitarla para que me joda.— bufa después de desabrocharse el cinturón.

—Es solo por hoy, ya después puedes desear no verla hasta que mueras.— palmeó varias veces su codo y salió del automóvil, Levi la siguió después de pensarlo varios segundos.

La pareja de primos se encontraba a las afueras de un departamento en el cual estaba el piso donde vivía una enferma Mikasa a causa de quedarse afueras en un día de lluvia. Se dirigieron al piso donde vivía la chica de rasgos asiáticos y al llegar a la puerta 104, golpearon en ella para esperar que alguien abriera. Luego de unos minutos se escucha como se abre la puerta y se muestra a Eren.

—Oh, Petra y... ¿¡Levi!?— preguntó confundido el castaño de nombre Eren cuando abrió la puerta.

—Tsk, déjanos pasar, Petra tiene algo para la mocosa.— habló Levi.

Eren les cedió el paso al hogar de Mikasa, era acogedor y se sentía un olor como a vainilla y a Levi le gusto ese ambiente a pesar de no demostrarlo. Los tres se dirigieron al cuarto de la azabache, quien la vieron recostada en su cama con una pequeña toalla remojada con agua caliente en su frente, tenía un leve sonrojo en sus mejillas haciéndola ver tierna y vestía un camisón rosado. Ella giró la cabeza y se le escapo una sonrisa al ver a la de cabellos anaranjados.

—Petra... Enano...— arrugó el entrecejo cuando mencionó el apodo que le había dado a Levi y de inmediato se iba la sonrisa que en tan poco tiempo se formó.

—Mocosa...— la saludó de esa forma peculiar que tenían e hizo lo mismo que ella al mencionarla.

—Tranquila Mika, solo me trajo hasta aquí, no vino a discutir.— habló en una voz suave Petra para tranquilizarla.

—Sí no es necesario...— dijo en un susurro pero que alcanzó a oídos de la azabache que frunció aun más el ceño, y puedo hacerlo más, sino fuera que haya empezado a toser desesperadamente. Petra rápidamente le pasó un pañuelo de la caja que tenía en su mesa de luz y Levi solo se alejó con cara de asco lo más pronto posible de la niña para no contagiarse.

La dos chicas conversaron bastante y en todo ese tiempo, Levi decidió dar una vuelta por el departamento viendo cada rincón con detenimiento, probando que tan pulcra y limpia podía llegar a ser Mikasa Ackerman. Se había encontrado a Armin en el camino quien llevaba medicinas para la enferma chica y lo dejó pasar para seguir paseándose por el lugar.

Frenó en la sala de estar, dónde sintió devuelta el olor de la vainilla entrar por sus fosas nasales y acompañado de eso, su visión se concentró en la estantería del salón. Se acerco a ellos y paso uno de sus dígitos por la madera y vio lo bien cuidado y limpio que estaba, pero podrían estarlos más según él.

«Nada mal para ser una mocosa inmadura» pensó antes de que Petra llegará y dijera que ya podía irse si quería y que su esposo la pasaría a buscar después de trabajar. Levi no se negó a la propuesta y se fue sin despedirse.









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