Somos una mentira | Min Yoon Gi

T1 | Capítulo 20

Y una pequeña sonrisa que no alcanzó sus ojos se dibujó en sus labios. Jin volvió a sentarse en el borde de la cama sin apartar la mirada de mí. Hubiera deseado poder saber qué estaba pensando, estaba tan callado y sumido en sí mismo que temía de su reacción luego de aquella confesión.

Esperé, pero él no dijo nada. Solo estaba ahí sentado, mirándome, como si se estuviera debatiendo internamente que hacer a continuación. En cuanto a mí, esperaba lo peor. Así que solté un gran suspiro y me alejé para ir hasta mi armario donde me puse un grueso abrigo color rojo. Recogí las cosas necesarias y las guardé en un pequeño bolso de mano, contemplé mi reflejo en el espejo y luego tomé mi teléfono junto a mi billetera, y al parecer, todas mis actividades llamaron la atención del otro que me seguía con la mirada por toda la habitación.

— ¿Qué estás haciendo? —Preguntó cuándo me senté en el desnivel de la entrada para colocarme las zapatillas.

— No puedo continuar con esto más tiempo, vamos a ir con los demás y les diré la verdad. —Ante mis palabras, Jin se puso de pie de un golpe para alcanzarme.

— ¿Qué? No puedes hacerlo...

— ¡Claro que puedo! ¡Lo haré! Y asumiré las consecuencias, debo decirles a todos, debo decirle a Yoon Gi. —Jin negó rápidamente con la cabeza y en un rápido movimiento se puso delante de la puerta bloqueando la entrada.

— No estás pensando bien las cosas. Me tomó dos semanas procesar de todo lo que me enteré, si los chicos se enteran ahora, estarán perdidos. Sé lo mucho que todos te quieren así que prefiero cohibirlos de este mal rato... Ahora sé también lo mucho que nos aprecias ¿Estás dispuesta a irte de nuestro lado de esta manera? Y Yoon Gi... ¡Dios! Él te sacará a patadas, puedo asegurarlo. —Parecía desesperado mientras hablaba, incluso notaba como las venas en su cuello se marcaban cada vez que levantaba la voz. — No quiero ver sus caras tristes, no podré soportar sus lamentos. Soy un hermano mayor para ellos, así que por eso te estoy pidiendo, no lo hagas, no ahora...

— ¿Por qué haces esto? —Yo había comenzado a llorar de nuevo. — ¿Por qué siempre haces lo mismo? Odio eso de ti... Prefieres tu propio dolor antes que el de los demás, prefieres llorar, sufrir y destruirte a ti mismo antes de que ellos conozcan el dolor. ¿Por qué?

— Porque esa es mi manera de mostrarles lo mucho que los quiero. Son mi familia, Abril...

"Cuidarnos unos a otros, eso hacen las familias"

Una hora después nos encontrábamos sentados uno frente a otro en la pequeña isla de la cocina mientras comíamos helado de vainilla. Había decidido no decirle a los demás, y no porque me haya rendido al primer intento si no que Jin era demasiado perseverante cuando se le cruzaba algo por la cabeza, y luego de varias discusiones, supe que no lo haría cambiar de opinión. Así que ahí estábamos, habíamos declarado son de paz y el helado había sido testigo de eso.

— Ahora si tengo un poco de curiosidad... ¿Cómo es que lo supiste? —Pregunté de pronto, consiguiendo una sonrisa divertida de su parte. Al parecer el ganar en una discusión y el helado habían cambiado radicalmente su estado de ánimo, no lo entendía.

— Primero que todo, no imaginé la confrontación de esta manera. De camino a tu casa, practiqué varias veces el discurso, realmente quería regañarte, sacar a relucir todo lo que había descubierto, ponerte en evidencia. ¡Dios! He visto muchas series de abogados, así que quise ponerte contra la espada y la pared, aunque no sé si el dicho está bien dicho. — Y no me pude contener de reír por su juego de palabras. — Fue muy difícil para mí, no suelo mantener el enojo por mucho tiempo. Sí estaba dolido, y también quería muchas explicaciones... Y cuando te vi, supe que no podía hacer nada de lo que había pensado en un principio, entonces... solo te escuché.