Capítulo 39| Estoy embarazada.

11.2K 806 37
                                    

Dos semanas después.

T r a c y

Salí de la habitación para caminar al baño de afuera, teniendo cuidado de no despertar a nadie en la casa. Ajusté la puerta y me arodille en el baño para soltar lo que no me había estado dejando dormir. Es asqueroso, pobre Chris cuando vivió ésto, ahora comprendo porque mantenía con mal genio.

—¿Mami? —tosí los último que quedaba en mi garganta antes de vaciar el baño. Owen estaba parado en la puerta, pasando una de sus manos por sus ojos.

—Hola, muñeco. —le sonreí para levantarme del suelo.

—¿Estás bien?

Tomé mi cepillo y le puse crema dental—Si, me cepillo y te acompaño a tu cama bien. —asintió. Lavé mis dientes rápidamente. Mi boca tal vez ya no olía a vómito pero la sensación en mi garganta aún estaba ahí, me ardía para pasar saliba incluso.

Levanté a Owen en mis brazos y él apoyó su cabecita sobre mi hombro, sintiendo su respiración suavizarse. Moví las cobijas a un lado y lo acomodé sobre una almohada. No pude irme, sus ojitos me chantajearon para quedarme a dormir con él, así que me acosté a su lado para acariciar su cabello. Hacía dos semanas que me había enterado de mi embarazo y aún no se lo he dicho a nadie, en el hospital pude evadir a Chris diciéndole que solo era un virus y que las vitaminas que me recomendó tomar el médico era medicina para atacar al virus. Me salvaba de que mi bebé solo me hiciera vomitar en las noches o en la oficina, porque sino ya todos se habrían dado cuenta y ahora tengo un par de buenas ojeras por despertarme a las dos de la mañana al baño.

Se lo voy a decir mañana, tenemos una cena a solas mientras Owen se queda en la casa de mi tío Dylan por el cumpleaños de mi primo Milo, su tercer hijo y único varón que está cumpliendo ocho años. Ya había hecho amistad con mi hijo, así que era una buena oportunidad para que conociera a otros niños. Pobre de mi tío ha de estar sufriendo con esas dos adolescentes locas que tiene por hijas, Karina tiene diecisiete y Sarah quince y he de decir, que la primera es muy enamoradiza, en un año la he visto saliendo con unos seis chicos, pero bueno, etapas de la vida. Creo que papá agradece, que en comparación de sus sobrinas, Gianna y yo seamos más calmadas, o bueno, quien sabe como va a ser mi hermana cuando inicie la pubertad, pero supongo que conviviendo con tantas chicas mayores habría de haber adquirido algo hasta el momento.

Chris y yo ya estábamos en la búsqueda de una casa. No podíamos seguir dejando a nuestras mascotas solas por días, Owen tiene que acostumbrarse a una sola habitación, no a dos y aunque no se lo haya dicho, le estaba acosando un poco para tener una casa antes de que nazca el nuevo bebé. Había ido a una visita rápida al obstetra la semana pasada para algunas vitaminas, complementos y para ver como iba mi hijo/a. Todo bien por el momento, no había embarazo múltiple, estaba bien agarrado en mi útero y tendría cita hasta que cumpliera los tres meses. Me recomendó no cargar mucho estrés, pero eso es casi imposible siendo abogada y además estar planeando una boda para dentro de dos meses.

Si, Christopher y yo nos casamos en dos meses, ya tenía el salón alquilado para ese día, ya había hablado con Susan para la decoración, la comida la probaríamos el próximo mes y estaba en una búsqueda incesante de mi vestido, lo que más me preocupa en este momento, no me gusta ninguno de los que he visto, tan solo espero no engordar mucho estos dos meses con tanto antojo que estoy cargando encima.

Me comparé por unos momento con la Tracy de hace diez años, la chica de los mil usos, la que le gustaba ayudar a todos, la que mantenía en tenis porque le gustaba correr, la que mimaba a su hermanita, la que habían puñalado y la que sin saber había encontrado el amor de su vida. Esta Tracy, ya no está en todo, tiene un trabajo que ama, ya no mima tanto a su hermana, aún ayuda a las personas, tiene un hijo, otro en camino y sigue con el mismo hombre con el que en dos meses se va a casar. Tal vez no es exactamente lo que me imaginé, pero definitivamente es bueno, recuerdo que quería casarme con Dorian Willey, un actor de mi época de adolescencia unos diez años mayor que yo y ahora heme aquí, con un joven economista vicepresidente de una empresa tecnologica muy sexy y con el que disfruté hacer a este bebé.

Good Reputation [O'Neal #2] ✔️Where stories live. Discover now