Capítulo 35| Un juicio y una invitación.

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T r a c y

Dos semanas después de que Amelia impusiera una demanda a su esposo de momento, habíamos conseguido un juicio. Ella y sus hijas ahora recidia en el centro de ayuda custodiada por algunos guardias por si a ese loco se le ocurría acercarse aún con las órdenes de alejamiento. Procedí a llevar a las cuatro mujeres al médico para que les hicieran un examen a fondo, descubriendo que tan animal pudo llegar ese hombre, desde que la niña de un año tenía algunas fisuras en su cuerpo hasta que la madre mostraba rastros de acceso carnal violento. Definitivamente merece pudrise en la cárcel y haré todo lo que pueda para que esto no pasé más allá de un juicio y que ellas no tengan que verle nunca jamás en la vida.

Estaba sentada en frente del estrado del juez con Amelia a mi lado, temblando nerviosa al ver a su marido mirándola de esa manera que incluso a mí me ponía los pelos de punta, parecía que en cualquier momento se lanzaría a matar Amelia, al menos si hacía algún intento, los guardias de seguridad están cerca de nosotras y estoy más que segura que no les molestara usar aquel aparato que sirve para electrocutar.

—Recuerda, no debes temer, vas a estar segura. Él no te hará nada, solo tienes que decir lo que practicamos y responder con total sinceridad y destreza al otro abogado. Seguro intentará hacerte parecer culpable de todo o a alguna enfermedad. —ella suspiró y asintió.

El juez Nixon entró algunos minutos después para dar inicio a la corte, yo di los cargos que presentaba mi cliente además de mi primer argumento, lo cual que abogado de ese hombre trató de contradecir. Sé qué ese abogado no debe estar a gusto de defender a un maltratador, lo notaba por sus expresiones y por sus argumentos no del todo convincentes, pero no siempre tienes de los casos buenos. El otro abogado sacó a sus testigos, unos hombres al parecer amigos del marido de Amelia, quien afirmaban el que ellos mantenían una relación amorosa y que no habían visto un padre más ejemplar. Sí, claro, como si alguien que conozca el caso fuera a creer eso, seguro ese hombre les habló de dinero.

—Señorita O'Neal, puede continuar.

Me levanté de mi silla—Gracias, su señoría. Llamó al estrado al señor William Cooper. —el hombre camino de la mesa hasta llegar al lugar al lado del juez.

—Jura decir la verdad y nada más que la verdad. —le preguntó el juez cuando el puso la mano sobre el libro.

—Lo juro.

—Señor Cooper, ¿hace cuánto inició los maltratos hacía su esposa Amelia Cooper y sus hijas? —no iba a andar con rodeos con aquel hombre.

—Jamás las he maltratados.

Levanté una ceja en su dirección—¿Ah no? Su señoría, procedo a mostrar la evidencia dieciséis —caminé hasta el escritorio y tomé el sobre de manila en donde estaban las radiofrias y diferentes exámenes de las cuatro—. Aquí tengo los resultados de los exámenes médicos de Amelia, Sasha, Emily y Annalise Cooper —él se tensó notablemente—. Empecemos con la pequeña Annalise, de catorce meses, en sus exámenes se descubrieron fisuras en sus brazos y piernas —puse la radiografía sobre la cámara que pasaba la imagen a una pantalla grande para que todo pudieran verlas y señalé los lugares—. Aquí tenemos las radiografías y el historial de Emily de ocho años; hace cinco meses tuvo un brazo roto, en el hospital el señor Cooper dijo que se había caído en su bicicleta, pero me consta que la niña no tiene ninguna bicicleta y ella y su madre me confesaron que se rompió el radio por un patada del señor aquí presente —el juez estaba mirando con total seriedad las pruebas y pude notar que el jurado se estaba empezando a enojar al ver tal acto—. Continuó con su hija Sasha de doce años, que junto con Amelia recibía los golpes casi todos los días, el día en que las llevamos al hospital ella tenía el rostro así —pusé la fotografías, provocando varios murmuros, el juez tuvo que dar un par de golpes con su martillo—. El cuerpo de la niña no se queda atrás, los médicos quedaron consternados al ver golpes de tal magnitud en su cuerpo.

Good Reputation [O'Neal #2] ✔️Where stories live. Discover now