Good Reputation [O'Neal #2] ✔️

Capítulo 28| El tiempo es bueno.

T r a c y

Mi vuelo aterrizó el día siguiente en Kentucky, en donde una auto me estaba esperando para llevarme a aquel lugar. La casa era enorme, podía ver a varios hombres, mujeres, jóvenes y niños caminar por los pasillos, conversando animadamente y con una sonrisa en su rostro.

Quien me recibió fue un sacerdote muy agradable, un hombre al que se le notaba que le gustaba lo que hacía, me enseñó todo el lugar con una sonrisa. Los primeros días de terapia no fueron fáciles, siempre terminaba llorando frente a la psicóloga o en las charlas en las que teníamos en el grupo en el que me habían integrado. Pero todo empezó a dar fruto varios meses después, sin embargo, decidí quedarme un tiempo más aquí.

Mi familia venía de visitas el día en que estaban permitidos en donde podíamos salir a dar un paseo agradable. Siempre regresaba a esta casa con un helado en mi mano mientras me despedía de nuevo de mi familia por un par de meses. Aún seguía continuando con mi carrera en la Universidad de Boston desde mi computadora, había cambiado la modalidad de las clases a virtual, así que siempre estaba en las tardes pegada a mi computadora leyendo los temas y los libros que me pedían en las clases. Decidí volver a Boston caso dos años de haberme ido para regresar a terminar mi último semestre y obtener mi título.

Mi madre siempre mantenia mi habitación intacta a como la había dejado las veces anteriores. En mi repisa seguían las cenizas de Venus con un par de velones pequeños que seguramente mi madre ha estado poniendo todo este tiempo.

No supe nada de Chris hasta dos meses después que todos nos graduamos, lo vi en varias páginas en las que presentaban al nuevo economista y vicepresidente de la empresa de su padre. Su rostro se veía más serio, además que luego de navegar en la red me había encontrado fotos de él con algunas chicas cenando o caminando por las calles.

Todo debe pasar por algo, de eso estoy segura y mi mejor opción fue irme de Boston estos años, ahora me siento más tranquila y recuerdo mi embarazo como un momento feliz que me enseñó a que debo de ser fuerte en cada una de las circunstancias de la vida y que debo afrontar las cosas con valentía, que aunque duelan, las voy a superar y encontraré algo más fuerte.

Yo no quería dejar a Chris, estaba teniendo problemas, pero aún lo quería y lo quiero, pero ahora es difícil el que nos encontremos de nuevo, más porque lo último que hablamos fue en gritos y con cosas que al menos de mi parte, no quería decir.

Ahora estoy trabajando en la oficina de mis padres, aprendiendo como manejarme en el mundo de los estrados y empezando con un post grado en derecho financiero. Por el momento solo he algunos divorcio y otros casos de violencia o asesinato, aunque para mi desgracia, una vez tuve que defender a una mujer que mató a su novio de la manera más cruel y vil en Arizona, fue la única vez que tuve que defender al acusado que en verdad merecía ir a la cárcel, pero para mi bien, los abogados de la familia también eran muy buenos y lograron ganarme y echarle varios años en la cárcel a esa mujer.

Debido a que aún tengo que aprender muchas cosas para seguir en las grandes ligas con mi padre, empezar a defender esos casos millonarios en los que mi padre solo habilita a los mejores que tiene para trabajar, ya saben, en estos casos hay mucha corrupción de por medio y peligro. Por el momento sólo me siento en las sillas de atrás para tomar nota.

Sentí que el tiempo estaba pasando demasiado rápido al estar en el cumpleaños número diez de Gianna, Grant ya estaba en la universidad con sus veinte años estudiando medicina, poco después estar finalizando mi post grado, luego Tyler y yo cumpliendo veinticinco años de vida.

Mi hermano se ha ido haciendo nombre con sus obras, antes de terminar su carrera en literatura estaban publicando dos libros, el tercero que publicó fue el Best seller de ese año con nueve idiomas en los que fue traducido Rareza y Maleza, su historia de suspenso.