Capítulo 37| No puedo dejarlo a la interperie.

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Un mes después.

T r a c y

—Cuidate, ¿ok?

—Si, Chris. Sólo iré al centro comercial.

—Pues digamos que cierta cicatriz que tienes no me convence de que el mundo es un lugar seguro.

—No seas tonto, eso fue hace nueve años.

—Bien, bien. Igual avisame cuando llegues a tu departamento.

—Ni siquiera he salido.

—No te molesto más. Entraré en la reunión.

—Claro, te buen día.

—Tú igual, linda.

Corte la llamada y guarde el móvil en mi bolso. Iba a ir caminando, no tenía mucho afán y el centro comercial no está muy lejos de aquí, además de que es un día fresco, sin posibilidades de lluvia y era sábado, así que también iban muchas personas caminando. Iba a comprar algunas cosas para mi departamento que necesitaba, además de comprar la comida para mi Dawn.

El viaje en Las Bahamas resultó muy bien, cada instante fue maravilloso, terminé enamorandome mucho más de Chris con cada uno de sus actos y sus detalles. Cuando llegamos a Boston de nuevo no tardamos muchos días en darle las noticias a nuestros padres, al parecer mi prometido había hablado con mis padres antes de pedirmelo, así que ellos me felicitaron, aunque sabía que papá no estaba del todo feliz que una de sus nenas se casara, si por el fuera, hubiera tenido un novio hasta los cuarenta. Mis hermanos... Bueno, la única que también se emociono completamente fue Gianna quien dijo que quería ayudarme a preparar todo. Tyler, por otro lado, nos dio una felicitación, a Chris un poco seca, pero no tenía de que reñirme, él se había casado hace dos años.

Sí, mi hermano el mujeriego está casado y nada más y nada menos que con mi mejor amiga Alana. Sé que no están en su mejor momento, pero lo van a superar, como siempre, aunque supongo que esto es algo más serio, ninguno de los dos me ha querido decir nada y nadie sabe nada, solo se puede notar la tensión cuando están juntos.

Grant se lo tomó bien, pero lo notaba más concentrado en otro tema que mantenía en su móvil. Últimamente está muy raro, así que será mejor el investigar un poco. No me gusta ver a ninguno de mis hermanos mal, yo no puedo interferir en su vida, ellos ya son hombres adultos que supongo y saben lo que hacen, así que espero que ambos puedan resolver sus conflictos internos pronto.

Por otro lado, cuando cuando se lo contamos a sus padres, su madre tuvo la misma reacción que la mía, gritar emocionada antes de abrazarnos a ambos, su padre nos deseo mucha suerte en todo lo que vaya a pasar en adelante. Yo creo que más bien nuestras madres se emocionaron de que haya aceptado, porque siempre está el declinar aquella propuesta por inseguridad o, en nuestro caso, el estar juntos de nuevo hace poco.

—¡Señora! ¡Señora! —escuché una voz infantil a mis espaldas y unos pasos rápidos. Al girar me encontré con un niño no mayor de siete años que se nota que vive en las calles. En su mano traía mi cartera, al llegar frente a mí—. Se le ha caído esto.

Le sonreí mientras tomaba mi cartera. El niño me ha salvado, ahí están todas mis tarjetas de crédito, unos setenta dolares, mi identificación y las fotos de mi familia—Muchas gracias —suspiré al ver mi cartera intacta. Cualquier persona hubiera tomado el efectivo y la hubiera dejado de nuevo en el suelo, pero este niño me ha demostrado que es honesto—. ¿Tienes hambre? —asintió un poco avergonzado—. Vamos, te invitare a un rico desayuno por tu buena acción.

No me gusta ver a niños pasar por éstas situaciones de extrema pobreza, ellos no lo merecen, nadie lo merece. El niño se notaba que tenía una desnutrición grave, tal vez en su rostro no se note mucho, pero sus brazos si que estaban huesudos. La ropa que llevaba puesta estaba totalmente sucia y los zapatos que llevaba estaban desgastados. Cuando entramos a la cafetería lo tomé por unode sus hombros para que notarán que venía conmigo. Sé cómo son en los lugares donde venden comida, siempre terminan sacándolos del lugar de una manera brusca.

Good Reputation [O'Neal #2] ✔️Where stories live. Discover now