Capítulo veinte.

Depuis le début
                                    

Y de repente me estaba riendo de mi misma.

Por ser tan patética. No podía competir ni en décima posición contra una rubia natural de esa gama. Y aunque James decía lo contrario...

Agh!

Empecé a revolver mi bolso en busca de mi teléfono. Casi se me cayó de las manos, parecía que estaba intentando agarrar el jabon o un pescado en el mar. Así que cuando lo conteste estaba riendome.

- ¿¡Qué!? ¿No ve que si no contesto no le quiero hablar?

- Dígame dónde esta y no la llamo más -respondió James. Serio.-

-Eso sería trampa, James -el suspiro del otro lado de la línea. Sí, ya había notado que estaba borracha- Caperuzita roja no quiere ser encontrada por el lobo.

Podía escuchar en su respiración que cada vez estaba mas cabreado. Pero el siguió mi juego.

-El lobo si quiere encontrar a Caperuzita. Así que dile al lobo donde estas.

Las calles estaban vacías y me recoste en el suelo.

- Estoy en una calle... - me reí de mi propia respuesta-

"-La encontramos, Jefe-"

Jadeé de la sorpresa.

- El lobo hizo trampa.

- Iré por ti, quedate en la línea hasta que te vea.

- Siento arruinar tu noche con la rubia de la fiesta. Adiós, James.

- Señorita Dawrer lo digo en serio. Llega a cortar...

Pero ya lo había hecho. Levanté la botella para beber, pero no había más. Volteé la botella liberando las últimas gotas en las alcantarillas. Me levanté otra vez y comencé a caminar.

La limusina apareció a mi lado de repente y James bajo la ventanilla del auto y lo vi negar con la cabeza.

-Sube, ______ - yo lo miré pero no le hice caso. Si, debería aceptar mi comportamiento de niña caprichosa. Él suspiró cansado pero no dijo nada. En vez de eso se bajo de la limusina en movimiento y empezó a caminar conmigo- Es una noche estupenda.

Yo opinaba lo mismo, aunque estaba más concentrada en mantener el equilibrio que en apreciar la noche.

-No lo entenderas jamás ¿cierto?

- ¿ Qué es lo que debo entender? - dije con un suspiro-

- Que todo terminó con ella. - hubo algo raro en su voz cuando lo dijo.-

Entonces algo había sucedido.

- Dicelo a ella. Parece que no lo entiende...

Estar borracha y caminar en tacones no era una recomendación. Me tropecé con un piedra y casi me voy a la mierda, si no hubiese sido por James, que me agarro.

- Lo siento -él sonrió. Yo me portaba como la mierda y el me trataba bien.- Tengo sueño. ¿Podemos volver al hotel?

- Claro.

...

Sentí que algo freno de repente. Abrí los ojos, me di cuenta de que estaba durmiendo con la cabeza en el regazo de James y me levante de golpe. Lo que causó una sacudida en mi cerebro.

- Mierda -Mierda, se sentía de puta madre- Lo siento me dormí.

- Ten -estiro una especie de pastilla en mi dirección y mientras la tomaba el sirvió agua desde el mini bar y me lo ofreció.-

-¿Dónde estamos? - pregunté desorientada. -

-Estamos por llegar al hotel, tranquila.

Me oriente bien, me acomodé y acomodé mis ideas. Bien, creo que él había ido con la rubia, y yo me fui a tomar algo... Bien algo recordaba.

James bajó de la limusina y alguien abrió la puerta para que yo saliera. Lo que hice tomándome mi tiempo por la maldita resaca. Una vez fuera caminamos en silencio hasta el ascensor y yo apreté el botón para subir.

Me preguntaba que iba a pasar ahora. Digo antes creo que teníamos un plan... pero yo lo había arruinado.

El ascensor llegó a nuestro piso y era hora de separarnos. James camino hacia su habitación y supe que no iba a pasar nada.

Estúpida me llamaban.

- Buenas noches, señorita Dawrer.

No.

Esto no iba a terminar aquí.

-James...

Pude ver su sonrisa de satisfacción antes de que se diera la vuelta. Y cuando ya se había volteado asalte sus labios, dejandole tiempo a nada.

El nuevo Jefe - James MaslowOù les histoires vivent. Découvrez maintenant