El ladrón de mi primer beso

33 ~Una tormenta.

33~Una tormenta.

Reese 

Antes me gustaban los hospitales, cuando era niña papá, Elliot y yo íbamos en auto a buscar a mamá al trabajo. En ocasiones Elliot y yo nos colábamos a la pequeña tienda en que vendían pasteles y regalos para los enfermos. Sin embargo, esa escena estaba bastante alejada de mi presente. 

Recordé a papá, buscándonos como loco en el hospital entero, preguntando por nosotros por el altavoz, mientras Eliot y yo nos las arreglábamos para llegar a la tienda y comernos los dulces (que luego papá tenía que pagar).

Lloré. 

Richard había sido un buen padre, fanático del basquetbol y del chocolate blanco, como yo...  Era policía de investigaciones, el hombre más importante de nuestras vidas, y, sin embargo, cuando yo tenía 13 años, se fue de casa. Mamá decía que su trabajo era muy arriesgado, quería que lo dejara, pero papá eligió su trabajo antes que a la familia. Ese mismo año nos enteramos de que había muerto por una herida de bala.

"Nathan mató a tu padre".

Recordé a Nathan en el puesto de la feria, enseñándome a disparar, y luego en Nueva York, peleando en las sombras contra mafiosos, también disparando...

"Nathan nunca haría algo así" respondí...

Papá nos había abandonado, mamá nunca dejó de amarlo, decía que era un buen hombre. Todos lo decían. 

"¡Nathan no mataría a nadie!"

"Tu padre era un infiltrado entre mafiosos, Reese. Nathan no disparó, pero lo delató, sabiendo lo que pasaría"

Volví a llorar. Mi cabeza estaba hecha un caos. No había dejado de llorar ningún momento desde que había llegado al hospital. Me invadían mil emociones, me sentía destruida. 

Había demasiada información nueva, mi mejor amiga estaba en el hospital, me había enterado del matrimonio arreglado de Nathan, había conocido a su padre y luego ese hombre había traído de vuelta el tema de la muerte de mi padre.

Enterré mi cabeza entre mis manos mientras seguía llorando. Quería que no fuera verdad, que fuera solo una estupidez que el señor Bennet había inventado para mantenerme alejada de Nathan... pero el hombre tenía incluso una foto con mi padre, me la había mostrado antes de irme del edificio. 

Poco después llegaron al hospital los padres de Diane, a quienes había llamado apenas ocurrió el incidente. Mamá estaba trabajando en otro hospital, vendría a buscarme en la mañana, cuando terminara su turno. Las horas pasaron, los médicos debían hacerle varios exámenes a mi amiga. Y gracias a la rapidez del sistema público no fue sino hasta las 8 am cuando obtuvimos noticias; no había daño cerebral, pero le habían puesto 5 puntos para cerrar la herida. En resumen, todo estaba bien.  

-Necesitas dormir, Reese. -habló el padre de Diane. -Vamos, te llevaremos a casa. 

Miré la hora, mi mamá terminaba su turno a las 8. 

-Esperaré a mamá, no se preocupe. 

Cuando ella llegó, 15 minutos después, la puse al tanto acerca de Diane, y luego nos subimos en el auto para ir a casa. 

Mientras viajábamos veía el mar.  

Habían cosas que quería preguntar, muchas. 

-A papá le gustaba la playa. -solté. Sentí como mamá se giró a mirarme, no era normal que hablara de él. -Dijiste que murió de una herida de bala, pero jamás dijiste porqué...