24 ~El rojo trae mala suerte.

7.1K 544 60
                                    


24 ~El rojo trae mala suerte. 


Reese


Cuando estábamos a punto de entrar en el basto mar Nathan se detuvo y me miró pensativo.

-¿Sabes? Creo que el mar es algo peligroso... -comentó. -Y más aún para una chica torpe que no sabe nadar.

Y esa era yo: la chica torpe que no sabía nadar.

Rodé los ojos y me encogí de hombros.

-¿Y qué con eso? Puedo estar en la orilla... Además nunca es tarde para aprender.

-¿Aprender qué? -habló alguien acercándose.

Nathan y yo miramos sobre nuestros hombros y observamos a Tye, Diane y Leah cerca.

-¿Quieres aprender a nadar, Ree? -preguntó con una sonrisa mi amiga, a lo que asentí.

Nathan miró hacia el piso con mirada pensativa, pero cuando subió la vista me dedicó una sonrisa traviesa y luego me guiñó el ojo.

-Cierto, nunca es tarde. -habló, comenzando a llevarme hacia el mar. -Vamos, Reese, te enseñaremos a nadar. 



Nathan y los demás estuvieron tratando de enseñarme las extrañas maneras en que debía mover los brazos y piernas para lograr moverme a través del agua, pero luego de 30 minutos apenas había logrado mantenerme a flote por mi cuenta. Finalmente los chicos se excusaron y salieron del agua para ir a comprarse unas bebidas, sin embargo, Nathan me obligó a quedarme hasta que aprendiera.

Estuvimos 20 minutos más juntos, pero cuando él intentaba enseñarme a flotar de espaldas me harté y comencé a caminar de vuelta a la orilla.

-¡Apesto en esto! ¡Me niego! No quiero aprender. -grité, mientras Nathan reía y me seguía.

-Vamos, Puchi, estabas aprendiendo... -habló, tratando de animarme. -A ahogarte... -susurró esto último, pero alcancé a oírlo.

Me giré y caminé furiosa para llegar donde estaba.

Cuando llegué a su lado el agua me llegaba algo más arriba de la cintura, por lo que sin demasiado miedo me lancé sobre él y traté de golpearlo, pero Nathan se protegió y se lanzó hacia el mar, hundiéndome con él.

Cuando volvimos a estar arriba me limpié los ojos fastidiada y cuando volví a ver noté que Nathan me miraba asombrado.

-¿Qué? -pregunté molesta.

Nathan miró a los lados y miró furioso a un hombre que estaba cerca, quien por cierto, me miraba con la boca abierta.

Miré extrañada a mi alrededor y noté que un par de personas que estaban cerca me miraban de la misma manera.

-¿Nathan que...?

El chico me interrumpió y se lanzó a abrazarme, pero entonces sentí su caliente tacto sobre mi pecho. Pestañeé varias veces confundida y cuando bajé mi vista observé desconcertada que la parte de arriba del bikini ya no se encontraba sobre mi cuerpo.

Pegué un grito ahogado e intenté quitarme de inmediato a Nathan de encima, sin embargo logré simplemente que él se aferrara más.

-¡Suéltame, imbécil pervertido!

El chico se alejó unos centímetros y me miró irritado.

-¿Y qué? ¿Dejar que todos te vean desnuda? ¡Buena idea, Reese!

El ladrón de mi primer besoWhere stories live. Discover now