El ladrón de mi primer beso

26 ~Luminiscencia.

26 ~Luminiscencia. 

Reese

Me pasé las manos por el rostro y respiré hondo. Ya había buscado todas las salidas posibles para poder escapar cuando tuviera la oportunidad, sin embargo, ya que aquel lugar era una especie de pub abandonado, no habían demasiadas salidas que me parecieran seguras. En realidad, la totalidad del lugar no parecía seguro... Pero al parecer al resto de las personas no parecía importarles que el edificio estuviera destruido y, en cambio, se divertían bailando y bebiendo.

Cerré mis ojos. A pesar de que no había bebido y que habíamos estado ahí menos de 20 minutos, las luces ultravioleta y los cuerpos con pintura luminiscente moviéndose al ritmo de la música, me mareaban. Quería salir afuera para respirar, pero no lo había hecho gracias a que Diane parecía estar entretenida bailando y no querría acompañarme. Y no podía dejarla sola.

La chica dejó la pista de baile tras unos minutos y se acercó a la mesa del barman y rápidamente se tomó un vaso que estaba sobre ella. 

-¡Diane!

Ante mi grito la chica dejó el vaso de lado disimuladamente y luego me observó confundida. 

-¿Por qué gritas? -carraspeó.

-Dijiste que no ibas a beber. -hablé, indignada, ganándome la atención no solo de mi amiga, sino también de Park y su amigo, quienes estaban sentados bastante cerca. -¡Además ni siquiera sabes qué podía tener ese vaso! -retomé, fastidiada. 

-Pero era mío... -murmuró Diane. 

Park rió por lo bajó y se levantó para finalmente quedar a mi lado en la barra. Pasó su brazo frío por mi espalda, y me arrastró unos centímetros hacia él. 

-Tranquila... -susurró con sorna. -Diane solo quiere divertirse un rato... -habló alzando la voz, a lo que ella le sonrió de vuelta. 

Conocía esa sonrisa, le estaba coqueteando.

¡Vamos...! 

-Diane... Tenemos que hablar. -dije, por primera vez en la noche segura de mi misma. 

Park me miró divertido, alzando una ceja, pero negó mientras suspiraba.  

-No seas aburrida, Reese... -pidió, acerándose aún más, a lo que intenté apartarlo. Luego comenzó a sonar una canción popular de fondo y él volvió a sonreír. -Oye Hiugh, ¿Por qué no llevas a Diana a bailar de nuevo?

-Es Diane. -lo corregí, molesta. -Y no, no irá a ninguna parte. -hablé, armándome de valor y terminando por apartarlo. 

A Park parecía hacerle gracia mi malestar, lo que me molestaba aún más, sin embargo...

-No te metas. -susurró.

 -Solo 10 minutos más y luego nos vamos -prometió Diane, volviendo a la pista.

Flashback

-Hagamos un trato, Reese... -habló Park una vez logramos alejarnos de Diane y Hiugh en el parque de diversiones. -Mi padre ha estado muy nervioso porque nos acusaste a la policía... de hecho, te ha estado buscando. No soporta a los soplones...

Miré hacia el lado, nerviosa. Es justo como Nathan había dicho. Al principio Nate me había pedido que no fuéramos a la comisaria, pues podía detonar la ira de algunos. Pero no había echo caso, y ahora estaba en problemas, pues me habían encontrado, y era una soplona...