22 ~Fuga nocturna.
Nathan
Cuando estuve dentro de la casa noté que todo estaba en silencio. Todos dormían.
Y no los culpaba por no recibirme, supuestamente debía llegar a la tarde siguiente, pero apenas quedé libre me adelanté, impulsivamente, y termine llegando a NY a eso de las 4 am. Por suerte antes de viajar el padre de Tye me había pasado unas llaves de repuesto, de lo contrario, habría despertado a todos en mi intento por entrar.
Caminé abriendo algunas de las puertas para saber donde dormir, estaba cansado. Vi a mis antiguos amigos roncando felices hasta que abrí una última puerta. En ella habían dos chicas y cuando caí en la cuenta de quienes eran, sonreí. Tye me había contado que Reese y Diane habían ido también.
Pensaba irme, pero luego de ver a Reese corriendo la sábana en uno de sus sueños, suspiré y me acerqué a taparla. Habían pasado semanas desde que la había visto, semanas desde que la había besado... Con cuidado de no despertar a Diane caminé hasta la cama de Reese y allí me agaché junto a ella. Dormía plácidamente, pero a los pocos segundos se despertó asustada.
Cuando la chica me vio se sorprendió y yo, por otra parte, me sonrojé.
-Nathan... -habló desconcertada.
-Iba a taparte... -me excusé de inmediato.
Después de todo ¿qué podía pensar la chica luego de verme observándola dormir? que idiota...
-Pensé que llegarías mañana. -susurró, mirando de reojo a su amiga.
-Quise venir antes. -carraspeé y una vez que mi corazón se calmó volví a hablar con el tono de siempre. -Y admito que ver a mi chica durmiendo en una casa llena de hombres es algo que no esperaba.
Reese volvió su mirada a mi y sonrió nerviosa.
-Es que quería... -se calló y volvió a hablar a los segundos, incómoda. -quería verte.
No pude evitar sonreír, ese era el mismo motivo por el que yo había llegado antes.
Diane se movió en la cama de al lado y yo me tensé. Sin embargo, luego la habitación volvió a quedar en silencio, puesto que aparentemente la chica dormía como tronco.
-¿Quieres salir un rato?
Reese asintió.
-¿Podrías esperar afuera un momento? -preguntó.
-¿Por qué?
-Es que... el pijama es muy corto. -murmuró, haciendo una mueca.
Aquella confesión me sorprendió. Cuando iba a preguntar si hablaba en serio, un sonrojo que había estado oculto por la oscuridad hasta entonces, resolvió mi duda.
-El calor era demasiado.
Yo negué y sonreí.
-Eso da igual, te he visto en peores situaciones.
Finalmente convencí a Reese de quedarse en los short y tras unos minutos nos fuimos hasta el tercer piso, donde había una habitación en la que Tye y yo solíamos jugar a la consola cuando veníamos aquí.
La habitación tenía 2 televisores, un sillón y ventanales enormes, que permitían ver la hermosa vista de la noche.
-Oye, quiero hablar contigo de algo... -susurró Reese, enfocando su vista en la ventana.
-Adelante. -solté, y gracias al tono de Reese, esperaba oír algo que quizás no podría gustarme.
-Cuando conocí a los chicos, ellos dijeron varias cosas de ti.
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El ladrón de mi primer beso
Teen FictionEl "dribling" es una estrategia que se utiliza en baloncesto para eludir a jugadores del otro equipo, para pasar de ellos. Reese siempre fue buena en ello, pero en realidad, lo utilizaba para varias cosas además de los deportes... evadía a los chico...