36 ~Llegaría al último piso.

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36 ~Llegaría al último piso.


Reese

¿Hasta dónde llegarías por alguien que amas? Esa pregunta llevaba en mi mente desde que había conocido al padre de Nathan. Jay iba a mi lado, mirando la ventanilla. En la parte de adelante iba Tye conduciendo, y a su lado, Diane.  

Suspiré por cuarta vez desde que me había subido en el coche. 

-¿Puedes dejar de suspirar? Me pones nervioso -gruñó Jay.

-Lo siento, no puedo evitarlo... 

-Yo... no creo que pueda hacerlo... -confesó Jay. -El señor Bennet es... no es alguien que...  ustedes saben, ya lo conocen...

-Yo no. -sonrió Diane. La miré, llevaba una gorra en la cabeza para cubrir la banda que llevaba desde el accidente. 

-Y por eso estarás en la comisaria. -acertó Tye. 

-¿Estamos seguros de esto? -preguntó nuevamente Jay. 

Miré por la ventanilla, el paseo por el que había viajado tantas veces con Nathan pasaba frente a mi. 

-Ayudamos a un amigo -susurré. -Yo estoy segura. 

Tye asintió. 

-Yo también. 

Jay terminó por asentir. 

-De acuerdo, hagámoslo. 

Tal como planeamos, dejamos a Diane en la comisaria, luego seguimos la carretera hasta llegar al edificio. Apenas entramos, nos acercamos a la recepción y dijimos nuestros nombres. Nos esperaban en el pent-house. 

Jay, Tye y yo subimos al ascensor. Mi corazón latía rápido. Tye notó mis nervios y tomó mi mano. 

-Está bien. -susurró. 

Asentí. 

Está bien. 

Lo primero que vimos al llegar fue al padre de Nate sentado en un sillón amplio, esperándonos.  Estaba solo, el padre de Tye tampoco estaba con él. Su mirada era más seria de lo que había mostrado la última vez que lo vi. 

-Asumo que viniste para aceptar el trato. -me miró y yo negué, saliendo del elevador y acercándome. 

-Vine a amenazarlo. 

Sentí a los chicos encogerse a mi lado. Me arrepentí de inmediato de las palabras que había escogido. 

¡Mierda, eso había sido muy bruto! 

Pero ya no había manera de remediarlo, por lo que reuní el valor de seguir y alcé mi teléfono. 

-Tengo grabaciones de usted secuestrándonos a Tye y a mi en el hotel mientras mi amiga sufría graves lesiones afuera. 

Grabaciones que Tye robó para nosotros del cuarto de seguridad del edificio cuando le conté mi plan...

El hombre sonrió, negando. -¿Y con qué abogado me vas a demandar? ¿Con qué dinero lo vas a pagar?

Lo ignoré. Pulsé un botón en el móvil y la voz de Nathan llorando resonó de fondo.

-Fui un tonto... ¿sabes? No logré hackear el sistema de la policía, pero vi a Richard registrando los papeles en la oficina de papá un día (...)Mi abuelo fue. Y mi padre salió de prisión unos días después, los abogados lo arreglaron todo con dinero tenía la esperanza de que al menos me querría por haberlo salvado, ¿pero sabes? cuando papá se enteró de la muerte de Richard, él lloró. Creo que realmente lo quería, como yo... es la única prueba que tengo de que es humano.

El ladrón de mi primer besoOn viuen les histories. Descobreix ara