El ladrón de mi primer beso

35 ~"Una verdad"

35 ~"Una verdad"

Nathan

-¡Esa idiota impulsiva! ¿Cómo que se escapó?

-¡Lo que te dije! 

Nos subimos al auto, aun con los hombres persiguiéndonos y apenas encendí el coche, aceleré hasta el tope.

-¿Cómo lo sabes? -pregunté.

-Su mamá, Diane, nadie la ha visto desde hace días, no contesta tampoco... -respondió.

-¿Dónde fue la última vez que la vieron? -pregunté, mirando la carretera que tenía delante. 

-En casa, el sábado.

-El día después de lo que pasó con papá... 

¿Ha estado desaparecida 2 días y recién ahora me vengo a enterar?

-¿Sabes dónde pudo haber ido? ¿Algún lugar en el que pudiera esconderse? -preguntó Tye. 

Me detuve en el semáforo y moví rápidamente mis dedos contra el volante, nervioso. Reese no era como yo, ella no escapaba, ¿Por qué desaparecería así, preocupando a todos? Reese no lo haría, ¿le había pasado algo? Cerré los ojos.

-¿Dónde la han buscado hasta ahora?

Tye me nombró varios lugares, y tras ello recorrimos los lugares que se me ocurrieron, el paseo Riverfront, el instituto, el gimnasio, incluso el hospital, pero no estaba en ninguno de ellos. Recorrimos también los barrios bajos, pensando lo peor.  

Luego de 3 horas, me paré a respirar. Estaba actuando impulsivamente, estaba tan desesperado que no me había detenido a pensar ni un minuto.

Reese no era como yo. Me repetí. Ella no escapa de los problemas, sino lo contrario... 

-Ponte en su lugar, Nate. -habló Tye -¿Dónde iría Reese?

Un lugar al que Reese iría luego de todo lo que había pasado... oh. 

-Hay un lugar, pero antes necesito ir a comprar algo. 

Había ido solo una vez a ese lugar, cuando nos estacionamos le pedí a Tye que me esperara en el auto. Luego de tantos años, encontrarlo no sería fácil, pero el número había permanecido en mi memoria desde siempre. 2301. 

Corrí a través de los restringidos caminos y esquivé las tumbas que se cruzaban en el camino. Luego de correr cerca de media hora, encontré la tumba de Richard. Apoyada en ella estaba Reese, sosteniendo un termo en la mano y tapada con una manta. Alzó la vista al oírme llegar.  

-Te tardaste, Nate.

Reese

Había estado pensando mucho los últimos días. La historia ya había cobrado sentido para mi, pero me faltaba una parte de la historia; la parte de Nathan. Llamarlo no era una opción, ir a buscarlo tampoco, por lo que Jay me había dicho, su padre lo habría tenido rodeado de guardias luego de lo que pasó, ni siquiera a Tye lo dejaban verlo. La única manera de que habláramos, era que él me buscara, y había dado en el clavo. 

No había escapado realmente, Diane, Jay y Tye eran cómplices, y mi madre pensaba que estaba con mi amiga. Nathan era al único que había engañado. El chico respiraba agitado, su camisa estaba sudada y su pelo mojado, ¿En cuántos lugares me había buscado?