El ladrón de mi primer beso

25 ~Rebeldía.

25 ~Rebeldía. 

Nathan

El bullicio a mi alrededor y el dolor de cabeza que me daba el tener que soportar las locuras de Tye me agotaban, sin contar el hecho de que desde que habíamos empezado las compras en ese supermercado las miradas de algunas mujeres nos habían atravesado de pies a cabeza a Tye y a mi.

-Tye, ya vámonos, ¿Cuál es la necesidad de comprar una maldita carpa?

El rubio se volteó, tenía la tela verde de la carpa sobre su cabeza y en sus manos sostenía los fierros.

-¿Hablas en serio, Nathan? -preguntó fingiendo indignación. -Has dejado a las chicas atrapadas en la casa 2 días, ¡Deben estar muertas de aburrimiento!

-Hemos ido a la playa un par de veces... -me defendí.

Tye negó. 

-No vinieron a Nueva York para estar en una casa. Debemos compensarlas, ¿Y qué mejor para eso que una noche bajo las estrellas, en una fogata y luego acampar junto al mar? -preguntó moviendo sus brazos para que la tela que tenía sobre su espalda se moviera como si el chico fuera un pájaro volando.

Tye se volteó y volvió a intentar armar la carpa.

Rodé los ojos y mi mirada cayó en una flor de plástico que estaba en el piso falso de la sección de camping en la que nos encontrábamos.

Mordí mi labio.

Flashback

Mientras Reese contaba el suceso a los policías mi sangre hervía, ¿Cómo la había dejado sola? Había estado a punto de ser carnada viva de no ser por ese golpe que le dio al matón, y gracias al cual pudo escapar. 

Cuando empezó a describir a los sujetos y los oficiales le mostraron algunos rostros, mi corazón empezó a palpitar con fuerza. Reese pudo identificar a 3 de los hombres, y eso fue suficiente para entender que había sido mala idea ir a la estación. 

Los había visto antes, eran clientes del casino de mi padre; criminales relacionados a la droga y apuestas, el tipo de persona con los que no convenía meterse, pero lo peor de la historia, era que su jefe era un conocido de mi padre.  

Sentí mi estómago agitarse. Me apoyé en la mesa que tenía en frente y respiré profundo. 

Reese había llorado en mis brazos cuando la encontré. 

¿Era yo culpable de lo que le había pasado? Siempre había sabido que mi padre se relacionaba en negocios ilegales, con gente peligrosa. Y si seguía así, en unos años yo estaría metido en todo aquello.

Fin del flashback.

Desde que hace 2 días atrás había pasado eso no me había apartado de Reese, sin embargo, Tye esa tarde me había obligado a acompañarlo a comprar, ya que según él, Reese ya debía estar harta de mi presencia constante a su alrededor y debía darle espacio.

Pero no podía evitar estar de los nervios luego de enterarme que Reese había tenido problemas con esos hombres (a los que además había denunciado). Si Reese salía, y yo estaba alrededor, estaba a salvo, pues yo la protegería de lo que fuera, pero ¿y si nos topábamos con alguno de los criminales y me reconocían como heredero de papá? ¿Pondría en riesgo las relaciones con papá en el trabajo?